Hace pocos días falleció Sofía Ímber, la dama de la cultura y el arte, como solían llamarla. Tuvo una vida interesante, en la cual no faltaron hechos trágicos.
Con el hermoso nombre de Sofía que le dieron en su lejana tierra natal de Moldavia, los esposos Ímber-Baru llegaron acompañados por la pequeña rubia de cuatro años.
La siguiente es la petición de conferimiento de tan preciado título que hiciera el profesor Daniel Varnagy para la “intransigente” Sofía Ímber ante la Universidad Simón Bolívar.
Que se trata de una noticia esperada no es un punto de discusión. Eran ya 92 años, y el “carapachito” —como ella misma se refería a su cuerpo— no estaba en sus mejores condiciones.