Israel se encamina precipitadamente a otro enfrentamiento violento en su frontera norte, esta vez contra tropas iraníes o combatientes apoyados por Irán, con misiles encargados a Teherán.
Desde el brote de la guerra fratricida en Siria, cuyas víctimas son principalmente civiles, todas las partes en conflicto son responsables de usar agentes tóxicos de cloro, gas sarín y gas mostaza.
El anuncio se produce mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mantiene indeciso sobre la posibilidad de mudar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
Todos los logotipos o etiquetas con escritura hebrea han sido eliminados de las más de 100 toneladas de suministros recolectados por los tres grupos israelíes, con el fin de “proteger el esfuerzo y a los destinatarios”, según un comunicado.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, y el ministro del Interior Arie Deri, aprobaron el borrador de un plan para permitir a unos 100 niños sirios, que han quedado huérfanos por la guerra civil, encontrar hogares en Israel.
El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, reconoció ante representantes de la Unión Europea que Israel ha sido responsable de ataques recientes en Siria, para “prevenir el contrabando de armas avanzadas, equipos militares y armas de destrucción masiva desde Siria a Hezbolá”.
Recientemente, medios libaneses afiliados a Hezbolá informaron sobre una primera reunión en Alepo entre funcionarios militares rusos de alto rango y comandantes de campo de Hezbolá, y que ambas partes acordaron continuar conversando regularmente.
El 29 de noviembre se cumplieron 69 años de la aprobación, por parte de la Asamblea General de la ONU, de la Resolución 181, que decidió la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe.