Tras cinco días de lucha, cientos de bomberos israelíes y extranjeros lograron poner bajo control los incendios que se iniciaron el 22 de noviembre a lo largo y ancho del país.
Al cierre de esta edición, numerosos incendios forestales, que se extendieron hacia áreas urbanas, estaban afectando simultáneamente varias regiones del norte y centro de Israel.