La siguiente expresión fue dicha por Moisés al pueblo de Israel como parte de su última voluntad y testamento: “Hablaste hoy a Dios para que Él sea tu señor… Y hoy Dios habló contigo, para que seas su pueblo”
Somos miembros responsables de la sociedad y contribuimos con lo mejor de nuestras capacidades, pero de vez en cuando nos gusta relajarnos y disfrutar de pequeños placeres
En una de las historias más fascinantes de la Torá, el profeta Balaam intenta que Dios consienta su deseo de maldecir al pueblo judío, causándoles así algún daño que los debilite o destruya.
Poco después de que el maestro jasídico rabino Mendel de Horodok (1730-1788) llegó a Tierra Santa, sucedió que un hombre subió al Monte de los Olivos y sonó un shofar.
“Reúnan de cada uno según su capacidad de comer un ómer para cada persona, según el número de personas, cada uno para los que están en su tienda tomarán” (Éxodo 16:16).