El 14 y 15 de diciembre el SEC preparó dos fiestas de fin de año: la primera para los hijos de los empleados menores de 12 años y la segunda para el personal docente y administrativo.
Afuera había nieve y hielo, pero el albergue de los pobres estaba templado. Los que padecían alguna enfermedad mortal y los paralíticos yacían en sus camas.