Decir “nuevo renacer” a un lugar que representa todo lo contrario a la vida quizá pudiera resultar una contradicción, pero es precisamente esto lo que sucedió recientemente en el Cementerio Judío de Coro.
Un descubrimiento cambia la historia de los judíos de Coro, cuyos descendientes rescatan no solo su cementerio, sino la sala de oración que se cayó en 2010. A unos metros de allí, se descubrió una mikve del siglo XIX.