Hace ya varios años que se están desarrollando tecnologías para “cultivar” carne en el laboratorio, haciendo que una o varias células animales se reproduzcan en el ambiente adecuado para convertirse en tejido comestible.
La semana pasada, obreros que excavaban en una plaza ubicada en pleno corazón de la ciudad de Gaza se toparon con los restos de un templo bizantino, quizá una catedral de hace 1500 años.