“Y como (ekev) consecuencia de que escuchen estos mandamientos, los guarden y los lleven a cabo, el Eterno, tu H’, guardará para ti el pacto y la bondad que él juró a tus ancestros, te amará, te bendecirá, etc.”.
Ya entrando en las horas cruciales y conmemorativas de una de las fechas más tristes de nuestra historia como pueblo, quiero entregarles a mis queridos lectores dos conceptos reflexivos de Tishá BeAv.
Tishá Be Av, el noveno día del mes de Av, es un día de duelo para los judíos. Es el día en que se recuerda la destrucción de los dos templos de Jerusalén, así como una serie de tragedias que han sucedido en el pueblo judío a lo largo de la historia.
Las tres semanas. Tiempo que cuando llega “queremos que pase”. Días tristes de nuestro calendario de los cuales queremos “salir”, dando inicio pleno a las vacaciones.
La parashá Matot comienza explicando las leyes sobre los votos y las promesas dichas directamente por Moshé Rabeinu (el líder ejemplar) a los líderes particulares de cada campamento de Israel.