Desde el brote de la guerra fratricida en Siria, cuyas víctimas son principalmente civiles, todas las partes en conflicto son responsables de usar agentes tóxicos de cloro, gas sarín y gas mostaza.
Dice rabí Shelomó HaCohén Rabinowicz, ZT”L, que “Es curioso que estos tres versículos (uno detrás del otro) terminen exactamente con las mismas palabras: Yo soy el Eterno, tu Dios.
Un pakistaní llevó a cabo una lucha de tres años para que se le reconociera como judío, pero ahora debe enfrentar el repudio de sus hermanos, quienes lo califican de loco.
Mientras se celebran los 69 años del Estado de Israel, podemos adquirir mayor perspectiva histórica al recordar las épocas anteriores en que los judíos vivieron como mayoría en su tierra ancestral.