La guerra de Midián, relatada en parashat Matot, más que un medio para saldar una cuenta pendiente con Midián, se convirtió en un símbolo de celo y amor a Dios.
La humanidad ha sufrido por demasiado tiempo la devastadora propagación de estos dos flagelos que la corroen, descomponiéndola y creando el caldo de cultivo ideal para el caos, la violencia y el terror.
El 21 de julio se celebró en la Unión Israelita de Caracas el acto de graduación de la quincuagésima séptima promoción de bachilleres, en memoria de Samuel Benalal (Z’L)