Marquesa de chocolate de matzá.
Pasa el tiempo demasiado veloz, y tras él las distintas festividades que rigen nuestro calendario hasta llegar a Pésaj, la celebración de la libertad.
Cierto, el Todopoderoso liberó hace ya siglos a nuestros antepasados, pero uno se pregunta: ¿También a nosotros y a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos?
En la noche del séder tomamos cuatro copas según el orden de la Hagadá. Algunas personas usan vino y otras jugos de uva.
Año tras año, la noche precedente al séder, el padre recorre la casa alumbrado por la luz de una vela, los hijos caminan tras él, buscan diez pedazos de jametz escondidos previamente por la madre de los niños.
Humor en Pésaj.
El mes de Nisán corresponde al signo de Aries, el cordero pascual, el cual está relacionado con las características del orgullo y la arrogancia, los cuales se expresaron en Egipto y el faraón: creyeron solamente en sí mismos, negando la fuerza de la supervisión divina.
En nuestra parashá aparecen las leyes de los animales (puros) que son permitidos ingerir y aquellos que no lo son.
En septiembre pasado, una pareja del pueblo de Sorges, en el sur de Francia, recibió un homenaje póstumo como “Justos entre las Naciones”, el más alto reconocimiento civil del Estado de Israel, por haber escondido durante cuatro años a dos niños judíos que lograron así escapar a la barbarie nazi.
No hay relaciones tensas entre Israel y Rusia. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viaja a menudo a Moscú para coordinar las intervenciones de Rusia en las distintas crisis árabes.