E l 13 de noviembre se inauguró el Caracas Model United Nations 2016 (CaMUN), en compañía de la directiva de nuestro plantel, autoridades de los colegios participantes, invitados especiales y más de 200 jóvenes estudiantes que estuvieron, durante tres días, participando en diversos comités.
Dentro de su objetivo primordial, el modelo CaMUN busca alcanzar y valorar la importancia del trabajo en equipo y las discusiones basadas en el respeto por la opinión de los demás, con el propósito de encontrar soluciones a problemas de tipo político, social y económico, tanto en situaciones pasadas como presentes y los posibles problemas futuros, a través de la integración entre estudiantes procedentes de las distintas instituciones educativas de la ciudad de Caracas, en un marco de diálogo y respeto.
La mesa protocolar estuvo conformada por Eunice Witschi, directora del Liceo Moral y Luces; Sary Levy, invitada de honor de CaMUN 2016; Jaime Vaisberg, secretario general de CaMUN; Nicole Aguilar, subsecretaria académica de CaMUN; Claudia Sacks, subsecretaria de logística de CaMUN, y Joel Benzaquén, jefe de crisis de CaMUN.
Los colegios participantes este año fueron Don Bosco, Emil Friedman, Simón Bolívar II, Los Arcos, San Antonio de La Florida, San Ignacio, Instituto Cumbres de Caracas, Cristo Rey, San José de Tarbes, Santiago de León de Caracas, Institutos Educativos Asociados, El Peñón y nuestro Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik” como anfitrión.
El secretario general de CaMUN 2016, Jaime Vaisberg, dio la bienvenida a los alumnos participantes de esta edición: “Quiero darles la cálida bienvenida a la XVI Edición Caracas Model United Nations, CaMUN 2016. El futuro es el presente cuando se trata de hacer lo correcto, y nosotros debemos aspirar y trabajar por lo que está bien haciéndole frente al mal. No esperen ver el cambio que quieren, sean el cambio que quieran”, afirmó.
Como es tradición, para el cierre del modelo se nombró al nuevo secretario general del próximo año, responsabilidad que recayó en Daniel Saías. Nos vemos el próximo año en CaMUN 2017.
Comisiones de CaMUN 2016
Los delegados ganadores de cada comité fueron:
Comisión de Desarme y Seguridad (DISEC): Mejor delegado: Johelines Delgado, Colegio San José de Tarbes; Mención honorífica: Orlando Millán, Colegio San Antonio de La Florida; y Andrés Dos Santos, Colegio San José de Tarbes; Mención sobresaliente: Colegio Emil Friedman; Mejor delegado Moral y Luces: Shira Cohen.
Comisión de Derechos Humanos (DDHH): Mejor delegado: Manuel Rodríguez, Instituto Cumbres de Caracas; Mención honorífica: Rodrigo Ramírez, Colegio Don Bosco, y Daniel Castillo, Colegio San Antonio de La Florida; Mención honorífica: Rodrigo Ramírez, Colegio Don Bosco, y Daniel Castillo, Colegio San Antonio de la Florida; Mención sobresaliente: Ana Sofía Arias, Colegio San Ignacio; Mejor delegado Moral y Luces: Olga Benacerraf.
Consejo de Seguridad Histórico (CSH): Mejor delegado: Ricardo D’ambrosio; Mención honorífica: Gabriel Yánez, Colegio Don Bosco, Gustavo Molina, Instituto Cumbres; Mención sobresaliente: Gabriel Gessen, Emil Friedman; Mejor delegado Moral y Luces: Jonathan Melul.
Unión Europea (EU): Mejor delegado: Enrique Juaristi, Instituto Cumbres de Caracas; Mención honorífica: Manuel Sanglimbeni, Colegio Cristo Rey; Mención sobresaliente: Pedro Palacios, Instituto Cumbres de Caracas; Mejor delegado Moral y Luces: Alan Sar Shalom y Sean Stambouli.
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC): Mejor delegado: Carlos Vélez, Colegio San Ignacio; Mención honorífica: Alejandro Morales, Simón Bolívar II, y Paula Barreto, Colegio San Antonio de La Florida; Mención sobresaliente: Andrés Halvorssen, Instituto Cumbres de Caracas.
VIP Conferencia Filosófica: Mención honorífica: Ana Gabriela Morales, Colegio El Peñón, y Alejandro Miró, Instituto Cumbres de Caracas; Mención sobresaliente: María Fernanda Bravo, Colegio San Ignacio; Mejor delegado Moral y Luces: Abby Wilder y Dana Taub.
JCC Cámara Norcoreana: Mejor delegado: Sebastián Torres, Colegio San Ignacio; Mención honorífica: Nicolás Díaz, Colegio Don Bosco; Mención sobresaliente: María Gabriela Larguitegui; Mejor delegado Moral y Luces: Eric Melamed.
JCC Cámara Surcoreana: Mejor delegado: Santiago Vidal, Colegio Los Arcos; Mención honorífica: Santiago Padrón, Colegio Los Arcos, y Rogelio Balza, Colegio Don Bosco; Mención sobresaliente: Lina Marea, Santiago de León.
Comité de Prensa CaMUN 2016
Discurso de orden de la Dra. Sary Levy Carciente, invitada de honor en el acto inaugural de CaMUN 2016
Hebraica. Noviembre 13, 2016
Es un placer dirigirme a Uds. en esta decimosexta edición de CAMUN, nuestra versión caraqueña de los modelos de naciones unidas. Comienzo reconociendo a nuestro colegio en su septuagésimo aniversario, sus autoridades, docentes y estudiantes por la valiosa iniciativa que ya se ha convertido en una costumbre, y mi aplauso al comité organizador de CAMUN-2016.
Mi experiencia con los modelos de naciones unidas, o los MUN como les llamamos cariñosamente, ha sido siempre positiva y enriquecedora, en todas sus variantes, sea con estudiantes de educación media o universitaria, sean ejercicios locales, regionales o mundiales. Y es que se conforman en simulaciones donde se ejercita la esencia de la coexistencia libre y pacífica, la argumentación racional para el logro de la cooperación, en un marco de respeto a la diferencia. ¡Cómo no estar felices y orgullosos de ver florecer esa semilla!
Argumentar es defender una idea, una perspectiva, un proyecto, un principio y hacerlo aportando las mejores razones. Para ello se exige un conocimiento profundo del tema, de todos sus matices, sus fortalezas y debilidades, sus beneficios y riesgos, sus alcances y límites; de ahí que la argumentación exija una gran preparación. Eso es algo que Uds. jóvenes, ya habréis descubierto: Ese minuto de inspiración es precedido y seguido por otros 99 de transpiración!
Simultáneamente, la mejor de las argumentaciones exige llegarle al auditorio, convencerlo de su importancia, de la relevancia de apoyarla, del beneficio compartido que genera, enamorarlo de nuestro propósito. Y para qué? Para desarrollarlo de forma conjunta, para lograr un acuerdo, un punto de encuentro.
Si desde la física, Arquímedes profiriese: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, desde las ciencias sociales y humanas tendríamos que exclamar: Dadme un punto de encuentro y desarrollaré una dinámica social.
Efectivamente, el propósito final de una buena argumentación no es otro sino estimular la cooperación y favorecer la gobernabilidad social. El interés de fondo es convencer que no vencer, pues existe una abismal diferencia entre ‘acatar’ -so pena de recibir una sanción-y ‘aceptar’, asociado al compromiso individual frente a un proyecto considerado deseable y beneficioso.
La dinámica social en el primer caso es suma cero, la segunda, suma variable; la estructura en la primera es vertical, la segunda, horizontal; la primera usa la razón de la fuerza, la segunda, la fuerza de la razón. Y esta última es la que debemos cultivar, la que nos prepara para el diálogo social, para el ejercicio de una ciudadanía libre y responsable, la que debemos convertir en práctica cotidiana, en nuestra ética subyacente para la coexistencia.
Se podría afirmar que la cooperación es la estrategia natural para lograr objetivos comunes. Pero qué sucede en aquellos casos cuando no es evidente el interés común o éste no es común? Cuando con lo que lidiamos son situaciones de tipo dilemáticas, cuando referimos problemas públicos, o cuando aparentemente se contradicen principios?
Los casos dilemáticos son los que por lo general se presentan en órdenes sociales complejos y hemos encontrado que logran resolverse en diseños institucionales que favorecen la alineación de incentivos, que promueven la cooperación y reducen la incertidumbre. Eso es lo que se conoce como una institucionalidad virtuosa. Destacan aquellas que reconocen el derecho a la diferencia como consagración de la igualdad, que rescatan la libertad del individuo y cuyo ejercicio responsable se convierte en la norma social por excelencia. Pero este desiderátum normativo no es el entorno institucional más frecuente: Hemos de construirlo.
En estos casos cobra importancia el diálogo. La palabra ‘diálogo’ cuenta etimológicamente con dos componentes: dia que significa dos y logos que significa palabra, de donde el diálogo lo que hace es poner en contacto la diferencia. He aquí un método para acercarnos a nuestro deseado Punto de Encuentro. El ejercicio del diálogo supone escuchar al otro y conocer su perspectiva. Escuchar al otro es asumirlo igual, respetarlo y en libertad de ser y pensar tan distinto como considere. El diálogo entonces es un proceso que se da entre iguales, sin privilegios, ni prerrogativas y, naturalmente, sin coacción. El objetivo del diálogo es evidenciar las fuentes de antagonismo, esclarecer las diferencias, no eliminarlas. Ello responde a otro momento, al momento del acuerdo, del consenso, del diseño de la estrategia más conveniente derivada del proceso de negociación.
Y arribamos así, a otra palabra clave, negociación. La negociación es un método que nos permite lograr un acuerdo entre dos posiciones que no son iguales, con elementos tanto cooperativos como competitivos. Negociar es comprender la necesidad de un arreglo cediendo parte de la posición propia. No se admite en una negociación posiciones intransigentes. Cuando se emprende una negociación es con la esperanza de hacer evolucionar algo, la negociación es dinámica pura, y en esa dinámica juega un rol estelar el negociador, su habilidad, su creatividad, su sentido de alerta para identificar oportunidades de encuentro, su capacidad de innovar, de crear ese futuro posible, de transmitirlo, de convocar voluntades.
El mes pasado le dimos un último adiós a quien le tocó participar en uno de los más difíciles procesos de negociación y que le valió el nobel de la paz. Un proceso que aún no logra la concreción de su propósito, pues el barco de la paz aun no llega a puerto. Me refiero a Shimon Peres, Z’L. Un hombre, un estadista, un líder visionario cuya vida y obra inspira al pueblo judío, al Estado de Israel, al mundo entero.
‘Soy hijo de una generación que perdió un mundo y se puso a construir otro’ son palabras que resumen el talante de un soñador que con tesón y sin descanso dedicó su vida al desarrollo de un Israel democrático, igualitario, enraizado en su historia y su cultura y proyectado con fuerza al futuro. Y para ello sabía Peres que la paz es sustrato indispensable, por lo que arando en ese agreste terreno es donde lo encontramos.
No imagino las dificultades, los desvelos que habrá tenido para sentarse en esas mesas. No imagino cuán complejo habrá sido tratar de ponerse en el lugar del otro, lo que me obliga recordar otra de sus frases: ‘La paz se hace con los enemigos, no con los amigos’. Digna lección a aprender, a tener siempre presente a la hora de enfrentar desafíos similares.
Desafíos como los del aquí y el ahora: Quién en Venezuela, en nuestros días, no tiene en mente las palabras diálogo, negociación, posiciones o proceso? Quién no tiene puestos los ojos en la mesa, los líderes, las organizaciones políticas y de la sociedad civil oteando una posibilidad, una oportunidad que nos permita el rescate y la recuperación del país? Quién no ha conversado, leído y reflexionado sobre las formas, los actores, los temas, las condiciones y por sobre todo los objetivos? Y quién no se ha preguntado cómo impedir que el deterioro socioeconómico se profundice mientras se reconquistan los derechos civiles y políticos, que son los que nos hacen ciudadanos libres e iguales en una república? Cómo pasar la página de la historia aprendiendo para que los errores no se repitan y evitando que la impunidad se imponga a la justicia? Cuáles son los ingredientes para que fragüe una institucionalidad que ofrezca oportunidades sociales que promueva las capacidades individuales y las imbrique de forma sinérgica? Cómo consolidar y proyectar un metarrelato social que nos incluya a todos, que nos respete a todos, que nos permita a todos ser en libertad?
Dar respuesta a esas y muchas otras interrogantes es el reto de las mesas reales y virtuales de nuestra sociedad. Esas son las negociaciones en las que todos los ciudadanos hemos de participar. La negociación no se da solo en un lugar, en un momento y por medio de unos escogidos para ello. Los diálogos y las negociaciones las emprendemos todos, a cada instante y en todo lugar, cada vez que interactuamos con nuestros semejantes. En cada interacción nos presentamos ante el mundo con nuestras ideas, principios y valores, en cada interacción negociamos con nuestro interlocutor un punto de encuentro, que teje la malla de acuerdos sociales. Es nuestra responsabilidad incorporar nuestro hilo a ese tejido, es nuestro derecho. Debe ser nuestro compromiso.
Jóvenes, no siempre se tiene la feliz ocasión de estudiar o practicar algo reconociendo claramente su importancia y pertinencia. No me cabe la menor duda que todos los que estáis participando en CAMUN 2016 lo tenéis muy claro. Y eso hace esta experiencia particularmente valiosa, porque tenéis la oportunidad de aproximarla formación a la práctica, para la atención de una problemática presente, sin lugar a dudas relevante. Confío que este simulacro os dotará de herramientas que usareis el resto de vuestras vidas en la construcción de una sociedad libre, plural y respetuosa de la diferencia. Segura estoy que los valores y principios éticos y morales consolidados en la vivencia cotidiana, en la casa y en la escuela, serán los pilares que soportarán estos conocimientos aprendidos.
Mis sinceras felicitaciones a toda la comunidad educativa de Hebraica por abocarse a esta inapreciable aventura y a todos los participantes de CAMUN, éxito en las deliberaciones!
Shalom.
Sary Levy Carciente