¡Q ué maravilla encontrarnos 30 años después y recordar nuestra infancia como si el tiempo no hubiera pasado!
Después de nueve meses de preparación, llegó el momento de nuestro reencuentro de los 30 años. Aroma Café fue nuestro punto de reunión los tres días con los amigos de la promoción. Al principio no había quórum, unas 50 personas como mucho, pero gracias a las redes sociales, formularios en Google y los chats de WhatsApp, logramos conectarnos con la mayoría.
Al inicio se formó un chat de mujeres, luego otro de hombres y al final uno mixto, donde finalmente nos encontramos todos. Así fueron confirmando amigos que viven en Israel, Estados Unidos, México, Holanda, Inglaterra, Panamá y Venezuela, hasta llegar a 102 personas que dejaron sus rutinas para venir a Miami. “¡Vamos a pasarla bien!”, fue el lema de una agenda de actividades que llevaría a una experiencia inolvidable.
Nuestra promoción egresada del Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik” en 1986 se llama Hatikva Leatid, la “Esperanza del futuro”. Hemos celebrado varios reencuentros: a los 5 años, a los 10 años en Hebraica, a los 20 años en el campamento Mi Guarimba, y ahora a los 30 años en Miami. Pero esta vez fue, sin duda, la mejor de todas. Treinta años después recordamos nuestra niñez y nos sorprendimos de vernos como grupo algo más maduros y con profundo aprecio por el valor de un colegio y una educación maravillosa, ya que tuvimos la suerte de crecer en una comunidad donde nos ayudamos mutuamente, y a pesar de la distancia, mantenemos los recuerdos de las experiencias vividas y los sentimientos en común.
El primer día, un viernes a las 2 pm, nos encontramos en el TY Park. Ya algunos se habían visto en “micro encuentros”, pero allí nos encontramos todos por primera vez; nos abrazamos, tomamos fotos, y lo más bonito: nos dedicamos a conversar y ponernos al día. Compartimos vivencias, triunfos, fracasos, alegrías y penurias. La energía de compartir esa conversación de tantos detalles era abrumadora, nos sentimos apoyados, y es el más bello recuerdo de este primer encuentro.
Luego nos fuimos corriendo a cambiar para una cena de Shabat, que en principio era para honrar a los que viajaron y estaban sin sus familias, pero al final llegaron todos. Un Shabat hermoso, montado con la colaboración de las mujeres del comité, quienes prepararon platos hechos en casa, jalot divinas “home made”, el canto del Kidush, y mesas con manteles y flores para recibir a 100 personas, donde charlamos e hicimos chistes, disfrutando de estar juntos.
El sábado, al terminar Shabat, nos reunimos en “La gran rumba”, un local super cool en Miami District que nos recibió con luces de colores, sofás y pufs blancos, y una pancarta con un collage de nuestras fotos y los nombres de todos. Franelas negras y blancas que decían: “¿Te acuerdas quién soy? Estudié contigo”. Allí escribimos nuestros nombres, sobrenombres y chistes. Un Dj amenizó el evento, la comida kasher estuvo divina, el ambiente era espectacular, y rumbeamos hasta el amanecer.
Tomamos fotos, bailamos y disfrutamos de nuestros talentos privados, entre ellos Karina, “La voz”, quien nos recordó que fuimos su primer público; Ricardo con su guitarra, El Roberazo, un bellísimo video, el Míster Promoción, cotillón y canciones de antaño que nos hicieron vivir momentos inolvidables.
El domingo de cierre nos sorprendimos de haber compartido tanto juntos y en tan corto tiempo. Un open house con food truck en una casa linda junto al agua; allí nos despedimos con un hasta luego, con la promesa de volvernos a ver muy pronto, y de estar allí uno para el otro de por vida.
Gracias, Promoción 86, por formar parte de este maravilloso grupo; a los que vinieron, a quienes de corazón nos acompañaron, y a todos los que colaboraron para que esto se realizara. Fue mágico ver tantas caras amigas, y fue increíble estar juntos de nuevo. ¡Que no se pierda esa energía, y que nos volvamos a ver muy pronto!
¡Se les quiere un montón!
Comité organizador del Reencuentro 30, Promoción 1986