Este programa satisface los intereses de los más pequeños con inclinaciones hacia los deportes, el arte y la naturaleza
M acabilandia, campamento vacacional de Hebraica por excelencia, con los años ha pasado de ser un espacio recreativo de educación no formal a convertirse en un sitio para la educación integral, donde todos los niños de nuestra comunidad tienen cabida.
Dina Zissu, directora del maternal Tip Tipot, y Marcos Moreno, gerente del Departamento Integral del Niño (DIN) de Hebraica, encargados de dirigir Macabilandia, contaron que el programa de actividades diseñado en los distintos campamentos a lo largo del año tiene como finalidad que los niños vivan y experimenten la educación desde distintas perspectivas, aprendiendo juegos en el marco del respeto, la convivencia y los valores judaicos.
Cuando surgió el DIN hace diez años, con el apoyo de Tip Tipot, Macabilandia se trasformó no solo en un lugar para realizar manualidades, paseos o servir de esparcimiento, sino que también el equipo de coordinadores y madrijim se han abocado a satisfacer, con las temáticas y actividades, los intereses particulares de aquellos niños con inclinaciones hacia los deportes, el arte, la naturaleza, entre otros.
El eje educativo es central para Macabilandia, pues “explorar desde otras ópticas experienciales es uno de los objetivos primordiales”, como señala Marcos Moreno.
Entre algunos de los valores agregados de este campamento se encuentra la posibilidad de asistir a lugares recreativos y educativos, aprovechando la oferta de actividades que ofrece Caracas durante el período vacacional.
Durante las ocho semanas de Macabilandia Verano 2016, los niños tuvieron la oportunidad de disfrutar de una gama de actividades de vanguardia, dos de las cuales fueron semanas de pernocta, siendo esta una experiencia única para sentir la emoción de dormir fuera de casa, convivir con los compañeros en otro entorno y realizar actividades con contenido judaico, apoyados por los integrantes de los movimientos juveniles Noar Le Noar, la shlijá comunitaria Jessica Scheimberg y Hashomer Hatzair.
“Adicionalmente, podemos afirmar que Macabilandia es la puerta de entrada de muchos niños que comienzan en Tip Tipot, en el Sistema Educativo Comunitario o aquellos provenientes de otros colegios”, expresó Zissu. “Ellos necesitan un período de adaptación, y durante esos días tienen la oportunidad de familiarizarse con los espacios de Hebraica y con sus futuros compañeros de aula”, agrega. “Nuestros niños viven las tradiciones judías como el Kabalat Shabat dentro del respeto al kashrut”, manifiestan Zissu y Moreno.
Macabilandia tiene un público cautivo, sin embargo Marcos Moreno explicó que se pretende ampliar las opciones hasta convertirse en un campamento más especializado que responda a intereses particulares como la fotografía, la música, el arte, entre otros, en el que participen los adolescentes, y donde se continúen realizando actividades con temáticas semanales que conecten a sus participantes con Israel y el sionismo.
“Macabilandia inició formalmente en el año 1977 con el nombre de Vacaciones Felices. Inicialmente era organizado por el Departamento de Deportes, bajo la coordinación de Héctor Marincioni”, contó Eduardo Lisogorsky, ex director de Hebraica. Pero antes existieron dos programas experimentales dirigidos en julio de 1975 y agosto de 1976, año en el que por primera vez se participó en la tercera Macabiada Panamericana en Lima.
Con la llegada de “Quito” Wainstein como shelíaj, el programa vacacional pasó al Departamento de Juventud y empezó a llamarse Macabilandia.
Daphne Breuer de Jagerman
Gerencia de Comunicaciones e Información CSCD Hebraica