La temporada 2015-2016 significó uno de los mejores años en cuanto desempeño, obteniendo triunfos en casi todas las competencias
E n Hebraica la preparación deportiva de los atletas, desde que son niños, es muy importante. Francisco Torres, director de Deportes de Hebraica, explica que en esta área los logros tienen un trabajo que va desde la preparación inicial a la general, sobre todo en las edades tempranas.
Torres opina que el éxito va de la mano con lo social, técnico, práctico y, muy importante, el entorno familiar: “Si tienes niños bien formados, es porque ellos tienen padres bien formados, así como alta competencia”.
José Antonio Suárez lleva ocho años en la institución, siendo durante los últimos tres coordinador del área de fútbol, además de encargado de la Liga Pipo Rossi y la Liga Colegial de Caracas.
Suárez señala que se buscó un cambio en los equipos para que participaran en el Fútbol 7, disciplina que, a nivel europeo y en América Latina, se practica dicha modalidad en edad temprana, y Fútbol 5 en iniciación.
El Fútbol 7 permite al niño desarrollarse a nivel técnico y de coordinación, gracias al espacio físico reducido, que hace que tenga más movilidad, participación y contacto con la pelota. “Nosotros llevamos dos años participando en Liga Pipo Rossi, la cual se enfoca a nivel de Fútbol 7 (en la Sub 8, 10 y 12) y a nivel de Fútbol 11 (Sub 14 y 16)”, señala Suárez.
El fútbol de Hebraica lleva dos años cumpliendo un extraordinario papel. En la temporada 2014-2015 se posicionó como campeón general, campeón en la categoría Sub 8 y 12, y en la Sub 10 lograron el título de subcampeones.
Este año 2016 se decidió incrementar los equipos participantes, formándose dos: uno de alta competencia y otro llamado Atlético Hebraica, iniciando a partir de Fútbol 7 con las categorías Sub 10 y 12. Asimismo, se participó a nivel de fútbol11 en la Liga Pippo Rosi y en la Liga Colegial a nivel de Fútbol 7.
“Este año logramos, por segunda vez consecutiva, quedar campeones en la Liga Pipo Rossi, y también como mejor portero y goleador. Eso es muy difícil porque nos enfrentamos a equipos de mayor peso, como el Deportivo La Guaira, Caracas FC, Estudiantes de Caracas y la Academia Euroamericana de Fútbol”, recuerda Suárez.
Actualmente existen 208 atletas inscritos en fútbol en Hebraica, y cinco entrenadores: José Antonio Suárez, Marcos Montoya, Enmamuel Serrantes, Gilbert Suarez y Omar Sarfaty.
Uno de los proyectos que se tiene en miras es motivar y consolidar el equipo femenino, y se espera que próximamente se pueda involucrar en las ligas.
Para los amantes de esta disciplina, entre 18 a 30 años, existe el equipo Open, que participa en la Liga Lides, logrando excelente resultados en el mes de agosto.
Torres y Suárez coinciden en que los logros se terminan de consolidar cuando los padres trabajan de la mano con los entrenadores, quienes son la base fundamental en esta disciplina: “Puedo decir que, en ocho años que llevo en Hebraica, nunca había visto unos representantes tan comprometidos como los vi en la Sub 8. Eso logró que, por primera vez, una misma categoría participara en las dos ligas simultáneamente, y quedaran campeones en ambas. Eso fue por el trabajo en equipo”, señala Suárez.
Lograr el éxito en la pasada temporada de la Liga Pipo Rossi requirió un trabajo arduo, en el cual se vieron obligados a realizar 25 entrenamientos extras entre todas las categorías, que incluían días festivos y domingos.
La preparación de los atletas se orienta por un modelo en el cual están formados los profesionales deportivos de Hebraica, tanto en el proceso de aprendizaje como en la planificación estratégica, llamado el “Macro Ciclo”, que consiste en una programación que abarca formación, enseñanza y preparación. Esto conlleva un plan escrito en el que se visualizan las metas, fechas fundamentales, período de preparación general y técnica, el técnico táctico, la pre competencia y las competencias mismas. En este proceso se aplica la ciencia pedagógica, involucrando 80% de pedagogía y 20% de preparación.
“Todos nuestros entrenadores están calificados a nivel de federación, y ese es uno de los requisitos en Hebraica: que estemos formados como técnicos, que tengamos la competencia y pericia para trabajar con todas las edades”, asegura Torres.
Se trabaja desde lo más simple a lo más complejo, metodológicamente hablando, porque existe la categoría Mini Compota (niños desde los 4 años de edad), donde se fortalece el equilibrio estático, movilización y preparación con un balón más pequeño para que el niño se vaya formando durante dos años, en los que va adquiriendo trabajo recreativo y experiencial que lo prepare para las competencias.
Es fundamental que se respeten los estadios de evolución del atleta que se encuentra en continuo crecimiento. Para un niño, que abarca las edades que van desde los 6 hasta los 17 años, el objetivo es la consolidación de técnicas tácticas; cuando ya pasa de los 15 años, se puede decir que está apto para “involucrarle carga”, dice Suárez.
El pasado mes de marzo se realizó en Bogotá el Macabi Fest Colombia 2016, un evento que reunió a las comunidades latinoamericanas en torno a un objetivo: vivir el orgullo de ser judíos. En esta oportunidad, el fútbol de Hebraica logró posicionarse como campeón en la categoría Sub 8, y subcampeón en la Sub 11.
Dicha victoria sirvió a los niños para potenciar su capacidad y seguridad, gracias a ese roce internacional, el cual le brinda al equipo madurez y consolidación.
Redacción NMI