E l Museo Kern de la Unión Israelita de Caracas, desde su creación en 1983 en la presidencia de Elieser Rotkopf, y luego remozado por Dita Cohén y Marianne Beker bajo la presidencia de Daniel Slimak, con el apoyo de las distintas juntas directivas que los sucedieron, se ha dedicado a presentar diversas exposiciones que muestran aspectos del Judaísmo y la producción artística de los miembros de la kehilá.

En esta ocasión, Idish: Idioma, vida y cultura expondrá, el 12 de marzo a las 11 am, la cultura y la vida asquenazí a través de su idioma, el idish, apoyado con recursos audiovisuales, gráficos, objetos y documentales del amplio archivo de la institución.

Los asquenazíes son los judíos de Europa centro-oriental, quienes vivieron en guetos y shtetls. En esos espacios restringidos e íntimos surgió un modo de vida particular tutelado por las tradiciones y la fe, que definió la estructura social, cultural y religiosa de la cual somos herederos.

Producto de una fusión del arameo, alemán, las lenguas romances, eslavas y el hebreo emerge el idioma idish, una forma de expresión que muestra la visión judaica del mundo propio y del que lo rodea.

Grandes y reconocidas plumas, como Mendl Mojer Sforim, Itzjok Leibush Péretz, Shólem Aleijem e Isaac Bashevis Singer, nos darán a conocer las manifestaciones más diversas de su escritura: relato, novela, poesía y periodismo. Veremos los difíciles y humildes orígenes de las artes escénicas, hasta las apariciones de la Vilne Troupe, Habima y los grandes del cine. Seremos deleitados por melodías dulces, alegres, solemnes de los cantos sinagogales, el klezmer y la música académica.

En la tradición judía, la comida juega un papel importante para la construcción de la identidad. Nuestras festividades principales son alrededor de la mesa, y buena parte de nuestra práctica religiosa está asociada al kashrut, las normas de alimentación ritualmente puras. En el mundo asquenazí, así como en su idioma, se construyó una gastronomía de fusión europea y judía, que ofrece platillos sencillos y reconfortantes, obras de alta cocina.

Se pudiera pensar que las artes plásticas son el niño perdido de la cultura idish. Sin embargo, allí encontramos un universo de sobresalientes creadores vinculados a su identidad que se corona con la obra de Marc Chagall.

Este breve y grato recorrido por nuestras tradiciones, vasta cultura, la historia de nuestras luchas sociales y nuestra identidad, dejará un aprendizaje invaluable del legado del Judaísmo que hoy sigue vigente.

La agitada vida moderna de los siglos XX y XXI nos ha desconectado de nuestro pasado; por ello se hacen esfuerzos para rescatar el idioma, las tradiciones y las formas en las que se alimentaban, se entretenían y se educaban nuestros ancestros. En esa dirección apunta esta exposición que estará disponible para todo el público interesado en aprender más de esta cultura.