Ver más resultados...
David Bittan Obadia
E n el año de 1983 egresó de nuestro colegio una promoción de estudiantes realmente excepcional. Decir esto de una institución como lo es el Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik”, que ha dado tantas mentes privilegiadas, ya de por sí es un riesgo; sin embargo, haciendo abstracción y juzgando desde afuera, sin temor a equivocarme, les puedo garantizar que se trata de un grupo de lujo.
En la mitad de nuestras vidas, nos encontramos todos como adultos jóvenes y ya no miramos a los de 30, 40, o 50 como viejos, pero ¡Tenemos los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que queremos! ¿Qué importa cuántos años tengo o cuántos espero tener si, con los que tengo, aprendí a querer lo necesario y a tomar solo lo bueno? Y gran parte de lo bueno está en este grupo, allí es donde te vas dando cuenta del aporte de cada quién, de cómo se ha superado cada uno, de cómo crecieron como personas, y por ello agradeces formar parte de ese entorno.
Las arrugas de cada quien y el tiempo recorrido solo han sido para sumar. Esta promoción está integrada por personas con un alto sentido de la solidaridad, quienes han ayudado y siguen colaborando con la comunidad, con nuestro colegio y con los más necesitados; son personas con un inmenso corazón presto a escuchar, y con manos siempre dispuestas para dar.
El encuentro se realizó el pasado mes de octubre en Miami, y contó con varias actividades, todas y cada una de ellas realmente impecables. La labor de los organizadores: Tania Bentata, Debbie Redensky, Simón Mundlak, Raquel Sarshalom, Sandra Perel, Dan Furman, Haskel Puterman, Berni Landau, Olga Hanono, Perla Spirgel y Adriana Deutsch es digna de reconocimiento, pues lograron no olvidar ni un solo detalle.
La gente no cambia: las miradas de picardía, las travesuras de algunos, la seriedad de otros y la bondad de todos siguen formando parte de ese niño interior que cada uno de nosotros lleva por dentro. En mi caso particular, el reencuentro me trasladó a aquellos tiempos de nuestra infancia y adolescencia que pasamos juntos, y durante los cuales compartimos con quienes marcaron significativamente nuestras vidas. Recordamos juntos los ratos felices y los sinsabores, las lágrimas y los regaños que signaron los años de nuestra formación. Nos hemos reído de los mismos chistes, hemos molestado a quienes hacíamos bullying y sin embargo no fueron afectados en su momento por este mal moderno.
Hemos hecho un alto para recordar a los que la canción de su vida se interrumpió antes de tiempo, y nos dimos cuenta de que los llevaremos por siempre en nuestras mentes y corazones, porque no olvidar forma parte de nuestra esencia; ese momento fue de silencio y de mucha introspección y por eso brindamos por la vida. ¡Lejaim!
¡A todos y cada uno de ustedes, ¡gracias, gracias, gracias! ¡Mil gracias! Que siempre nos reunamos en alegrías, y que nunca abandonemos los principios que nos fueron inculcados en nuestro querido colegio, al que haremos llegar oportunamente nuestro nuevo aporte. Que podamos seguir siendo solidarios y tengamos compasión con nuestros semejantes, y que el próximo reencuentro llegue con el mismo animo. ¡Amén!
Recordando a nuestro teacher Levac:
Queridos ahijados:
Me van a olvidar, porque el olvido forma parte de las leyes humanas. Y ME VAN A RECORDAR, porque el recuerdo es lo que da vida y eternidad a las cosas y a las personas. Y los voy a olvidar porque soy humano. Y los voy a recordar porque los quiero mucho, mucho, mucho. Y entre olvidos y recuerdos quedará un dulce sabor de las cosas pasadas, de lo que fue cuando ustedes eran niños, de gestos espontáneos, de enfados y generosos perdones, de risas, lágrimas y promesas… De clases y lecciones de todo lo que significó su paso por nuestro colegio. Y de ese gran cariño que nos tenemos, que ustedes se llevan al partir y que yo me lo guardo al quedarme. Y de la gran confianza que tengo en ustedes, de que van a ser fuertes al enfrentarse a la vida, bondadosos con los otros hombres y mujeres… Que van a saber el bien y el mal y lucharán del lado de la justicia. Y que van a vivir plenamente. Y van a ser muy felices,
ELSU loves you.