C on gran satisfacción la Unión Israelita de Caracas celebró la fiesta de Purim la noche del 23 de marzo, la cual conmemora la salvación física del pueblo judío hace unos dos mil quinientos años.
Cerca de trescientas personas se dieron cita en la sede de Altamira, en la cual, y con la organización de la Comisión de Asuntos Religiosos de la UIC, se procedió a la lectura de la Meguilá de Esther, una de las cuatro mitzvot características de la festividad.
La Meguilá se recitó con una melodía especial, de un pergamino escrito de la misma manera que un Séfer Torá, por el rabino Eitan Weisman.
Es importante resaltar que no solo los niños se disfrazaron, también lo hicieron un número importante de adultos, tal como se estila en Purim, y todos participaron de manera activa pero ordenada en la lectura de Meguilá, particularmente en lo referente al uso de los muy conocidos rashanim, cada vez que se enunciaba el nombre de Amán.
Una vez finalizado el servicio de Maariv, los asistentes subieron a la sala de fiestas del edificio, donde los niños disfrutaron de varios colchones inflables y una cama elástica; también se les entregaron chocolates, dulces y los típicos “Oznei Hamán”; mientras que los adultos disfrutaron de un refrigerio.
La mañana del 24 de marzo, en San Bernardino, en el servicio de Shajarit se realizó la segunda lectura de la Meguilá por parte del rabino Chaim Raitport, y en el Beit Avot Comunitario la efectuó el moré David Chocrón. En la tarde, el rabino Raitport fue el encargado de la lectura de la Meguilá en las instalaciones de Hebraica —organizada por la Comisión de Asuntos Religiosos de la UIC— para aquellos correligionarios que no pudieron asistir a los servicios matutinos en las diferentes sinagogas de Caracas.
Desde ya la Comisión de Asuntos Religiosos está organizando la festividad de Pésaj, a celebrarse en menos de un mes, y recuerda a los correligionarios que para participar en los sedarim comunitarios, es menester inscribirse personalmente. En San Bernardino deben hacerlo con Laura Krajewski.