La correspondencia del terrorista con sus intermediarios evidencia su estrategia de maximizar las víctimas gazatíes para ganar apoyo internacional
Summer Said y Rory Jones*
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, Yahya Sinwar, el jefe máximo del grupo terrorista en Gaza, ha rechazado persistentemente las propuestas de alto el fuego. Sinwar ha enviado múltiples mensajes a sus intermediarios, en los que muestra una clara preferencia por mantener la guerra. “Tenemos a los israelíes justo donde queremos”, expresó, según documentos analizados por el diario The Wall Street Journal.
Un análisis de esos mensajes privados revela cómo el terrorista busca prolongar el conflicto, asumiendo que debilitará a Israel más de lo que afectará a Hamás. De hecho, a pesar de las intensas negociaciones con funcionarios de EEUU, Catar y Egipto, Sinwar ha mantenido su postura, convencido de que ceder a un alto el fuego sería un error estratégico.
La indiferencia hacia la vida humana es una de sus principales características. En decenas de mensajes revisados por WSJ, Sinwar muestra su frío desprecio por las vidas civiles, utilizando el sufrimiento y las pérdidas como herramientas para avanzar los objetivos de Hamás. Este enfoque se manifestó en sus comunicaciones tanto internas como con mediadores, lo que subraya su convicción de que las bajas civiles, lejos de ser un obstáculo, son un medio para fortalecer la posición de Hamás y mantener el conflicto.
Cinismo extremo: al maximizar las muertes de civiles en Gaza, Sinwar apuesta a dañar la imagen de Israel. Efectivamente, lo ha logrado
(Foto: The Wall Street Journal)
Según refleja en su correspondencia, cree firmemente que la “resistencia” continuada, incluso ante un enemigo militarmente superior, beneficiará a su organización terrorista a largo plazo. En mensajes dirigidos a enviados de Hamás en Doha, Catar, Sinwar cita ejemplos históricos de conflictos de liberación nacional, como la lucha por la independencia de Argelia de Francia, para justificar los “sacrificios necesarios” que, según él, son inevitables en su lucha. Su determinación es seguir adelante sin importar las bajas.
El cálculo frío y brutal de Sinwar se basa en la idea de que las bajas civiles palestinas jugarán a favor de Hamás en la arena internacional, y ha utilizado esta estrategia para presionar a Israel y obtener concesiones. En una carta a Ismail Haniye, líder político de Hamás, después de que tres de los hijos de Haniye murieran en un ataque aéreo israelí, escribió que sus muertes y las de otros palestinos “infundirán vida en las venas de esta nación, llevándola a su gloria y honor”. Este uso deliberado del sufrimiento como herramienta de guerra destaca la disposición de Sinwar a sacrificar vidas inocentes para avanzar en sus objetivos políticos y estratégicos.
Las muertes civiles en Gaza no son solo una herramienta estratégica para la cara visible de Hamás, sino que tienen un profundo impacto en la percepción pública internacional, y la imagen de Israel se ha deteriorado en la arena global.
Yahya Sinwar anticipa que la prolongación del conflicto podría llevar a Israel a la ocupación de Gaza, un escenario que él considera favorable para Hamás. En varias declaraciones explicó que incluso si Hamás pierde militarmente, una ocupación podría desgastar a Israel tanto económica como políticamente.
En sus comunicaciones tanto internas como con mediadores, Sinwar subraya su convicción de que las bajas civiles, lejos de ser un obstáculo, son un medio para fortalecer la posición de Hamás y mantener el conflicto
En su visión, esa ocupación trasformaría el conflicto en una insurgencia constante, que agotaría los recursos israelíes y erosionaría el apoyo interno e internacional a las políticas de Netanyahu. Este cálculo muestra la disposición de Sinwar a aceptar altas pérdidas y sufrimiento civil en Gaza, como parte de una estrategia a largo plazo para desafiar y debilitar a Israel.
El ataque del 7 de octubre marcó un punto culminante en la estrategia del sanguinario líder para escalar el conflicto. Planeado y aprobado por él, ese ataque tuvo como objetivo romper el estancamiento en la resolución del conflicto israelí-palestino y revivir su importancia diplomática global. La toma de rehenes y la violencia extrema fueron vistas por Sinwar como herramientas para retrasar una operación terrestre israelí y presionar a Israel para que hiciera concesiones. Sin embargo, subestimó la respuesta israelí, ya que Netanyahu declaró la intención de destruir a Hamás mediante la presión militar.
Summer Said es la corresponsal jefe de The Wall Street Journal en el Medio Oriente, y Rory Jones es corresponsal en Dubai.
Fuente: The Wall Street Journal e Infobae.
Versión NMI.