(Imagen: freepik.es)
Quince años han pasado desde que el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidiera unilateralmente romper relaciones con el Estado de Israel, y además declarara persona non grata a todo el personal de la delegación diplomática.
El acontecimiento, que causó profunda consternación en nuestra kehilá, Israel y el mundo judío, ocurrió en el contexto de la Operación Plomo Fundido, cuando el gobierno israelí decidió actuar para detener una oleada de ataques con cohetes desde la Franja de Gaza, controlada por Hamás, hacia los centros poblados del sur del país. Hoy nos encontramos en medio de una guerra de gran envergadura con ese mismo enemigo, lo que demuestra que el conflicto con los grupos terroristas no se resolvió en aquella oportunidad, ni con los siguientes enfrentamientos en 2012, 2014 y 2021.
Lo paradójico de la decisión de Chávez es que ningún Estado árabe-musulmán tomó una decisión semejante, ni en ese momento ni con motivo de los otros enfrentamientos mencionados. A pesar de ser miembro fundador de la OPEP, cuya mayoría de integrantes son naciones musulmanas, Venezuela siempre había mantenido una estricta neutralidad en el conflicto del Medio Oriente. Además de Venezuela, Cuba y Bolivia son los únicos países del continente americano que no tienen relaciones con Israel.
Desde entonces, los venezolanos judíos sentimos una profunda orfandad. Todo acto comunitario se inicia con la mención del tiempo trascurrido desde que no tenemos embajada de Israel. Siempre hay una silla vacía.
Las relaciones entre Venezuela e Israel siempre fueron cálidas y fraternales. Cabe reiterar, una vez más, que Venezuela fue uno de los países que apoyaron la creación de un Estado judío en la votación de la Asamblea General de la ONU en 1947, y también fue uno de los primeros en reconocer a Israel cuando este declaró su independencia al año siguiente.
Los primeros representantes de Israel en nuestro país fueron la periodista Netty Bargraser (quien fungió como “oficial de enlace” durante los primeros años, tras haber integrado el Comité Venezolano Pro-Palestina Hebrea) y el señor Eduardo Sonenschein (cónsul honorario). Las relaciones diplomáticas formales se establecieron en 1958, al comenzar el régimen democrático. A partir de entonces contamos con “ministros plenipotenciarios” —como se llamaban en aquella época—, el primero de los cuales fue David Shaltiel. Todos los embajadores gozaron de gran estima en nuestra comunidad y en la sociedad venezolana como un todo, y cada uno dejó su marca particular.
Durante las siguientes cinco décadas, los vínculos políticos, económicos, científicos, sindicales y culturales fueron intensos. Un gran número de estudiantes y profesionales venezolanos viajaron a Israel para estudiar o recibir entrenamiento en agricultura, uso de recursos hídricos, energía solar y otras especialidades, y fueron numerosos los emprendimientos conjuntos en diversas áreas. Se recuerda la gran Exposición de Israel celebrada en el Hotel Ávila de Caracas en 1983.
Estamos seguros de que la anomalía histórica que significa que Venezuela e Israel no tengan relaciones diplomáticas será subsanada.
Adaptación de un artículo publicado en NMI en 2019.
El último, por ahora
Con motivo del multitudinario acto de despedida que se le ofreció en Hebraica a quien durante varios años fue embajador de Israel en Venezuela, Shlomo Cohen, NMI inició la respectiva reseña en enero de 2009 con estas palabras:
Con el peso de haber sido “expulsado” de territorio venezolano, Shlomo Cohen, embajador de Israel en el país, apareció en el Salón Jerusalem del Centro Social Hebraica el pasado jueves 8 de enero, sonriente y satisfecho. El afecto a su alrededor era incuestionable: largos minutos de aplausos, abrazos por doquier, sonrisas acuosas y palabras de reconocimiento y buenos augurios. Erguido, sonriente, se despidió como los caballeros, poniendo su casa jerosolimitana a la orden y destacando los prodigios de Venezuela, que por casi cinco años tuvo oportunidad de recorrer, vivir y disfrutar. Dijo que dejaba un país maravilloso, que se iba sin odio ni rencor, y prometió volver como un turista más.
Embajadores de Israel en Venezuela
Fuente: Archivo NMI
Embajadores de Venezuela en Israel
Fuente: Wikipedia
1 Comment
No somos un pueblo antisemita,Venezuela siempre ha estado de brazos abiertos a todas las naciones.
Esto fue un gran error 😞