El sistema, anunciado por el primer ministro Bennett, protegerá a Israel de misiles, cohetes, drones y otras amenazas
Lahav Harkov*
Israel se rodeará de un “muro láser” defensivo, con una nueva tecnología de intercepción de misiles que estará lista dentro de un año, anunció el primer ministro Naftali Bennett en un discurso en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv este martes 1º de febrero.
Las Fuerzas de Defensa de Israel comenzarán a utilizar el sistema láser el próximo año, primero de manera experimental y luego operativamente, comenzando en el sur del país. “Esto nos permitirá, a mediano y largo plazo, rodear a Israel con un muro láser que nos defenderá de misiles, cohetes, vehículos aéreos no tripulados y otras amenazas, y esencialmente eliminará la carta más fuerte que nuestros enemigos tienen contra nosotros”, dijo Bennett.
En junio pasado, el Ministerio de Defensa interceptó con éxito drones con un potente láser aerotrasportado instalado en aviones ligeros. El sistema derribó varios vehículos aéreos no tripulados en un rango de un kilómetro, con una tasa de éxito del 100%. El ministerio pretende construir un láser con una potencia de 100 kilovatios, que tendrá un alcance efectivo de 20 km.
Bennett explicó que hoy un terrorista de Gaza puede lanzar un cohete a Israel cuya fabricación le cuesta cientos de dólares, mientras que la batería Cúpula de Hierro que derriba el cohete cuesta decenas de miles de dólares por cada proyectil. “Esta ecuación no tiene sentido”, afirmó el primer ministro. “Permite [a los terroristas] lanzar más y más Qassams, mientras a nosotros nos hace gastar muchos millones en cada ‘ataque relámpago’, y miles de millones durante una campaña. Decidimos romper esa ecuación, y lo lograremos en pocos años”.
El sistema, denominado “Rayo de Hierro”, es producido por la firma Rafael Advanced Defense Systems y se anunció por primera vez en 2014
(Foto: The Jerusalem Post)
En ese momento, continuó Bennett, los enemigos de Israel “invertirán mucho, y nosotros poco. Si se puede interceptar un misil o cohete con un pulso eléctrico que cuesta unos pocos dólares, debilitaremos el anillo de fuego que Irán ha construido en nuestras fronteras”.
Israel ofrecerá la tecnología láser a sus aliados regionales, que también enfrentan amenazas de Irán y sus representantes, añadió el primer ministro.
Bennett repitió la comparación, que ya ha hecho anteriormente, de Irán con un pulpo que envía sus tentáculos (proxies) para causar estragos en todo el Medio Oriente y se hace cada vez más fuerte. “La campaña para debilitar a Irán ha comenzado”, dijo. “Esta campaña se lleva a cabo en todas las dimensiones: acciones nucleares, económicas, cibernéticas, abiertas y secretas, solo y en cooperación con otros. Cuanto más débil sea Irán, más débiles serán sus representantes. Cuanto más hambriento esté el pulpo, más se marchitarán sus tentáculos”.
Bennett expresó su esperanza de que las conversaciones nucleares entre las potencias mundiales e Irán “terminarán sin un acuerdo, porque ese acuerdo es malo para Israel. Eliminar las sanciones e inundar al régimen [iraní] con miles de millones de dólares significaría más cohetes, más vehículos aéreos no tripulados, más células terroristas, más ataques cibernéticos y más operaciones de propaganda”.
El primer ministro señaló que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán y sus representantes han estado atacando activamente a los Emiratos Árabes Unidos y otros países mientras se llevan a cabo las conversaciones de Viena. “Esa es la definición de negociaciones bajo fuego. Eso es chantaje”.
La estrategia de Israel para luchar contra Irán se mantendrá independientemente de los resultados en Viena, porque “incluso con un acuerdo, creemos que los iraníes seguirán siendo los iraníes”, agregó. “Si se firma un acuerdo y se renueva el flujo de dólares, todos sabemos que la agresión iraní en la región solo aumentará”.
Además, Bennett señaló que las cláusulas de caducidad del acuerdo nuclear con Irán de 2015, que las delegaciones en Viena buscan revivir, expiran en poco tiempo, a finales de 2030.
Con el embajador estadounidense Tom Nides presente en la audiencia, Bennett comentó que los intereses de Washington y los de Jerusalén “no siempre se superponen”. “Su interés en nuestra región está disminuyendo”, dijo Bennett sobre los estadounidenses. “Sus ojos están actualmente enfocados en la frontera de Rusia con Ucrania y, a largo plazo, en un conflicto estratégico con China. Ya no hay un policía global”.
“No existen los vacíos en la arena geopolítica”, agregó. “Cualquier lugar que se despeja es tomado de inmediato. El lugar de Estados Unidos en la región puede ser ocupado, Dios no lo quiera, por fuerzas de terror y odio, y podría ser ocupado por Israel”. Los aliados de Israel en la región podrían ser parte de una “alianza multidimensional” contra las fuerzas que buscan desestabilizar el Medio Oriente, finalizó.
*Editora senior y corresponsal diplomática de The Jerusalem Post.
Fuente: The Jerusalem Post.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.