Este miércoles 26 de los corrientes, a las 4:00 pm, se realizará un conversatorio sobre mi libro así titulado, en una parroquia caraqueña muy querida, ya que residí en ella por 20 años. Se trata de El Cafetal, cuya urbanización Santa Paula cuenta con un extraordinario espacio cultural denominado Fundación para la Lectura Mariana Flores Melo.
Me acompañarán en el preámbulo de mi intervención la periodista Mercedes Malavé, quien fungirá de moderadora, la historiadora Milagros Romero, y los embajadores Milos Alcalay y Julio César Pineda.
Las cámaras de Globovisión trasmitirán al público parte de las intervenciones, preguntas y comentarios que se produzcan sobre los temas más acuciosos referidos en la obra.
Y ahora qué pasará con los cientos de migrantes venezolanos llevados a El Salvador, donde se entremezclaran con criminales o pandilleros de alta peligrosidad, siendo que parece algo obvio y evidente que no todos han participado en actividades delictivas en los EEUU, o no todos son del ahora denominado grupo terrorista Tren de Aragua, pero en cualquier circunstancia, si la excusa es que entraron ilegalmente a ese país, tuvieron que ser deportados a Venezuela, su país de origen.
Y ahora qué pasará con los 59 rehenes israelíes, que desde el 7 de octubre de 2023 se encuentran en manos de Hamás o de otras agrupaciones terroristas palestinas, incluso secuestrados en casa de civiles, de los cuales se estima que quizá solo una veintena de ellos todavía se encuentren con vida.
Se reiniciaron los combates después de tres semanas perdidas tras la culminación de la etapa número uno del acuerdo, en donde no se avanzaba en la negociaciones por la liberación de los rehenes, tiempo que ganó Hamás para intentar reorganizarse y rearmarse.
Pareciera un hecho definitivo que en la próxima ecuación sobre el destino de Gaza, el movimiento terrorista Hamás no formará parte de ese futuro plan. Eso es importante, tomando en cuenta que su objetivo central, que se encuentra en su carta fundacional, además de que lo han manifestado públicamente en infinidad de oportunidades, es la destrucción de Israel, para construir en todo ese territorio un califato islámico a la usanza de ISIS.
Israel tendrá la obligación existencial de seguir los combates y negociar en medio de ellos si fuere necesario, como ha pasado y seguirá pasando en la historia de las guerras. La victoria de Israel contra la barbarie será un triunfo de la humanidad, aun cuando esta aun no lo perciba.
Por otro lado, el gobierno de Netanyahu enfrenta una dura oposición de la izquierda Israelí, que antepone su proyecto político de derrocamiento del gobierno por encima de los intereses nacionales en plena conflagración en diferentes frentes. Ayer se aprobó el presupuesto más importante en la historia de Israel, lo que da un respiro a la pugnacidad interna entre los poderes Ejecutivo y Judicial.
Y ahora qué pasará en la otra guerra, que tras más de tres años y la bicoca de por lo menos un millón de bajas entre ambos bandos, persiste el combate, estando en plenas y abiertas reuniones para negociar un alto al fuego, en donde tanto Zelensky como Putin han manifestado su posición favorable a buscar una salida honrosa para ambos países, aun cuando sabemos que con el apoyo de Trump, si se llegara a ese eventual acuerdo, Putin terminará más satisfecho que su par ucraniano.
Y ahora qué pasará en Siria, territorio importante, ya que es apetecido por Turquía para ensanchar su dominio y ser lo que pretendía y usó Irán por décadas, una amenaza para Israel y para la estabilidad de la región.
Pareciera que Turquía cuenta con el aval de Abu Mohamed al-Jolani. Hace varios días le entregó una treintena de trasportes militares, lo que refuerza la tesis de cooperación entre ambos factores fundamentalistas. Sumado a esto, Erdogan intenta desviar la atención del conflicto interno que ha generado una grave crisis política por la detención arbitraria del alcalde de Estambul, Ekrem Inamoglu, que goza de gran popularidad y le podría disputar la jefatura del Estado en las próximas elecciones del 14 de mayo, con un verbo incendiario y hostil contra Israel.
Por su parte, Israel mantendrá su apoyo a la población drusa del sur de Siria, y EEUU a la población kurda del norte, por lo que no se vislumbra tranquilidad y sosiego en un país que ha pasado por una guerra civil que costó cientos de miles de vidas, y que la familia Assad, tanto padre como hijo, permitieron usar su territorio por potencias extranjeras, con el único fin de permanecer en el poder. Fueron más de cuatro décadas de terror y persecución. Ahora, en esta nueva etapa de Siria, sería una verdadera lástima que su pueblo perdiera otra oportunidad para la vida, la ciudadanía, la coexistencia.
Y ahora qué implicaciones tendrá para “prestigiosas universidades” como Harvard, Columbia, UPenn, Cormell y Yale, que recibieron más de 60.000 millones de dólares entre regalos y contratos extranjeros de países como China, Catar y Yemén, para reforzar y trasmitir a través de profesores y agitadores profesionales la narrativa palestina sobre las supuestas ocupación y apartheid del Estado de Israel, que provocaron persecución y violencia contra estudiantes y profesores judíos, así como el caos dentro de cada uno de dichos campus.
Y ahora qué tendrá muchas cosas de que conversar el día de hoy. Los espero a las cuatro de la tarde en la Fundación para la Lectura Mariana Flores Melo.
Saludos y bendiciones.