Su nombre es ahora uno de los principales en la política internacional, y ya reviste caracteres de leyenda en esta época pos-heroica
Hace cuatro años, Volodímir Zelensky era el protagonista de una serie humorística de la televisión ucraniana llamada “El servidor del pueblo”, donde representaba a un improbable presidente de ese país de Europa Oriental. Ahora se encuentra en el centro del conflicto más importante del continente desde la Segunda Guerra Mundial, y se presenta a sí mismo como un posible mártir en el escenario mundial.
“Esta podría ser la última vez que me vean con vida”, le dijo a los líderes de la Unión Europea durante una conversación en video sobre las acciones que el bloque estaba considerando para tratar de detener los avances de Rusia en Ucrania. El viernes 25 de febrero fue igualmente directo sobre su situación, cuando las tropas rusas comenzaban a bombardear la capital, Kiev: “El enemigo me ha identificado como el objetivo número uno”, dijo en un mensaje, “y mi familia es el objetivo número dos”.
Ese mismo día circuló ampliamente otro video de Zelensky junto a varios miembros principales de su gobierno, anunciando desafiantemente que se quedarán en Kiev. Seguidores de todo el mundo lo caracterizan como un faro de honor en una era de líderes políticos solo interesados en preservar su propio estatus.
(Foto: The Times of Israel)
Zelensky nació de padres judíos el 25 de enero de 1978 en la metrópoli industrial de Kryvy, al este de Ucrania. Varios miembros de su familia habían perecido en el Holocausto, y otros lucharon en el Ejército Rojo soviético. Creció como hablante nativo de ruso, pero también adquirió fluidez en ucraniano e inglés. En septiembre de 2003 contrajo matrimonio con Olena Kiyashko (Zelenska); tienen dos hijos, una hembra y un varón.
Aunque egresó como Licenciado en Derecho por la Universidad Económica Nacional de Kiev en el año 2000, ya había desarrollado una carrera exitosa como actor, comediante, guionista, productor y director.
Seguidores de todo el mundo lo caracterizan como un faro de honor en una era de líderes políticos solo interesados en preservar su propio estatus
Se unió al popular grupo musical y de comedia Kvartal 95, que actuaba por toda la antigua Unión Soviética, y además protagonizó varias películas, convirtiéndose en una figura muy popular en su país. Debido a su trayectoria artística obtuvo más de 30 premios nacionales de la televisión ucraniana, así como reconocimientos en festivales internacionales de cine. En 1997 había fundado la compañía Studio Kvartal 95, que produce películas, dibujos animados y programas humorísticos.
Su papel más destacado como actor fue en “Servidor del pueblo”, a partir de 2015, donde irónicamente su papel era el de un profesor de Historia que se convierte en presidente de Ucrania. El impacto de la serie fue tan grande que miembros de la productora decidieron lanzar en 2018 un partido político con el mismo nombre. Llevó a cabo una campaña casi totalmente virtual, y el 21 de abril de 2019 arrasó con 73,22% de los votos, derrotando a Petro Poroshenko.
Una vez en el cargo no tardó en enfrentar su primer desafío de política exterior, cuando Vladimir Putin anunció su decisión de ofrecer pasaportes rusos a los ciudadanos ucranianos residentes en las zonas controladas por los separatistas que él apoya en la región del Donbás, fronteriza con Rusia.
El presidente Zelensky en el Kotel, durante su visita a Israel en enero de 2020
(Foto: The Times of Israel)
Volodímir Zelensky no ha expresado detalles sobre su educación judía, pero tampoco evita manifestar su orgullo de ser judío y un fuerte sentido de solidaridad con Israel. Esa identidad judía ha sido repetidamente aprovechada por enemigos y rivales, y celebrada por simpatizantes judíos en todo el mundo.
Ucrania es “uno de los pocos países que ha elegido a un presidente judío”, dijo Oksana Markarova, embajadora de Ucrania ante Estados Unidos, a la Coalición Nacional de Apoyo a los Judíos Euroasiáticos en un seminario web la semana pasada. “Quiero decir, él es ucraniano de todo corazón, pero también es judío”.
En 2019, varios judíos ucranianos señalaron a la Agencia Telegráfica Judía que estaban orgullosos de ver a su país, después de su larga historia de pogromos y persecución de la era soviética, elegir a un presidente judío. Pero a muchos también les preocupaba que, si no cumple con las ambiciosas promesas que lo impulsaron a su arrolladora victoria electoral (reformar un sistema político corrupto, resolver la amenaza de Rusia en el Donbás, restaurar la confianza general en el gobierno), los ciudadanos enojados podrían culpar a su judaísmo, como ha sucedido tantas veces a lo largo de la historia. “Si Zelensky falla, pensarán en él como ‘el judío’ y atacarán a todos los judíos”, dijo en ese momento Yevgeniy Romenovich, un residente de Kiev.
“¿Cómo puedo ser nazi?” dijo Zelensky el jueves, respondiéndole a Putin. “Explícaselo a mi abuelo, que pasó toda la guerra en la infantería del ejército soviético y murió como coronel en una Ucrania independiente”
Este temor ha persistido hasta los primeros días de la invasión rusa. El investigador principal del Museo del Holocausto de Odessa —ciudad cuya población era en más de un tercio judía durante el siglo XIX—, indicó a The New York Times que le preocupa que el antisemitismo «se desencadene por el caos de la guerra».
En una carta a las Naciones Unidas el fin de semana pasado, el embajador de EEUU ante la ONU escribió que la inteligencia sugiere que Rusia podría apuntar a las “minorías religiosas y étnicas”, junto con activistas anti-Putin y otros grupos, después de una invasión, lo que ha llevado a algunos a especular si ello podría incluir a los judíos ucranianos.
En una extraña complicación de la narrativa, Putin ha dicho repetidamente que su operación militar es un intento para “desnazificar” a Ucrania. “¿Cómo puedo ser nazi?” dijo Zelensky el jueves, sin mencionar específicamente su judaísmo. “Explícaselo a mi abuelo, que pasó toda la guerra en la infantería del ejército soviético y murió como coronel en una Ucrania independiente”.
“Estamos aquí. Estamos en Kiev. Estamos defendiendo a Ucrania”, declaró Zelensky en un video que se hizo viral
(Foto: CTV News)
Tras el ataque de Putin a Ucrania el pasado 24 de febrero, Zelensky hizo un llamado a sus conciudadanos para que defiendan el país, y el gobierno comenzó a distribuir armamento a los civiles. «Rusia atacó traidoramente a nuestro Estado esta mañana, como lo hizo la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial», declaró en un discurso por la televisión nacional.
Cuando Estados Unidos ofreció sacarlo del país, Zelensky respondió con una frase que ya ha pasado a la historia: “No necesito un viaje, necesito más municiones”.
Redacción NMI con información de The Times of Israel, El Sol de México y Wikipedia.
«Hoy no tendré pánico ni lloraré. Tendré calma y confianza. Mis hijos me observan ahora, y yo estaré a su lado, al lado de mi esposo y del de ustedes».
Olena Zelenska, Primera Dama de Ucrania
Texto y foto: Twitter