Y se mostró a él (a Abraham) Di´s en Eloné Mamré, estando él sentado a la entrada de su carpa, al calor del día (Bereshit 18, 1)
Este pasuk nos cuenta mucho de lo que sucedió aquel día y, sobre todo, de las elevadas cualidades de nuestro gran patriarca.
Era el tercer día de haberse hecho la circuncisión se dice que es cuando más se agudiza el dolor y se encontraba a la puerta de su tienda, no para salir a refrescarse y mitigar su dolor, sino para todo lo contrario; para trabajar a pesar del calor abrasador, como lo señala el texto.
Dice Rabi Shimshon Hirsch, ZTL: No existe lugar que esté vacio de la Presencia Divina. No obstante, no cualquiera tiene el mérito de contemplarla. Solo aquel que entregue su vida al Todopoderoso – como lo hizo nuestro padre Abraham – conseguirá acceder a dicho honor
La gran virtud de Abraham Abinu no se encontraba en diseminar la palabra de Di´s por el mundo, o el de tener un centro de caridad en Medio Oriente, nada más; era algo mucho más fundamental y profundo: El de salir delante de su Creador y pelear su lucha como si fuera un soldado de primera línea, carne de cañón, incluso en momentos duros y hostiles.
Su vida misma dependía de materializar Su Voluntad, por esa razón un solo día sin cumplirla era como morir un poco. Entrega total es lo que define a nuestro primero y gran patriarca.
Es verdad, desde la destrucción del Bet HaMikdash hasta el día de hoy la Presencia Divina ya no se revela en nuestro mundo, no obstante, cada uno de nosotros, en nuestro marco y de acuerdo a nuestras posibilidades, tenemos la oportunidad de “sentir el placer de Su Presencia en todo momento y en cualquier lugar, depende solamente de la pasión que inyectemos en nuestro quehacer espiritual, y de la disposición que tengamos en cumplir su Voluntad aún en situaciones extremas pues Él también se encuentra ahí.
Shabat Shalom