La firma israelí HarvestR está desarrollando una gama de vacunas, cada una diseñada para controlar una enfermedad diferente que afecta a un cultivo en particular, para minimizar el desperdicio y la contaminación con fungicidas
John Jeffay*
Una firma israelí está desarrollando una nueva “vacuna” para proteger las frutas y verduras de la putrefacción.
Más de un tercio de todos los productos agrícolas frescos del mundo (1300 millones de toneladas, por un valor estimado de 940.000 millones de dólares) terminan como desechos después de su cosecha. Una de las razones de estas pérdidas son las enfermedades de los cultivos causadas por hongos patógenos.
Cada año, los agricultores gastan 17.000 millones de dólares en fungicidas. También tratan los cultivos con productos químicos para prolongar su vida útil después de la cosecha. Algunos, además, utilizan soluciones biológicas o cultivan plantas modificadas genéticamente. Pero todos estos métodos tienen desventajas significativas.
HarvestR, una startup con sede en el sur de Israel, está trabajando en una vacuna innovadora que se rocía sobre los cultivos y que contiene moléculas especiales conocidas como dsRNA (ácido ribonucleico de doble cadena). Estas moléculas bloquean eficazmente las señales que la enfermedad necesita para producir sus proteínas y sobrevivir. La vacuna penetra en los patógenos dañinos e interrumpe la trasmisión de información codificada en los genes mensajeros (ARNm) que le permite multiplicarse.
(Foto: Pixabay)
La empresa está desarrollando una gama de vacunas, cada una diseñada para controlar una enfermedad diferente que afecta a un cultivo en particular. “La ventaja de la tecnología dsRNA es que elimina la necesidad de productos químicos perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana”, según explica la compañía. “Se dirige con precisión al patógeno sin dañar a los organismos que promueven la salud, y evita que las especies de hongos desarrollen resistencia”.
El director ejecutivo y fundador de HarvestR, Gal Admati, indica: “La situación actual es insostenible; el mundo necesita soluciones sostenibles, efectivas y respetuosas con el medio ambiente para reducir el desperdicio, mejorar el rendimiento y promover la seguridad alimentaria”.
Las vacunas para cultivos se encuentran actualmente en etapas avanzadas de investigación y desarrollo. HarvestR tiene como objetivo completar las pruebas comerciales en ocho meses, y podría tener el producto listo para el mercado en 2027.
“Creemos que establecer una nueva startup basada en la tecnología dsRNA permitirá reducir la pérdida de cultivos debido a la podredumbre fúngica, prolongar la vida útil de las frutas y verduras y reducir el desperdicio de alimentos, y así bajar el costo de vida”, dice Jacob Mualem, director ejecutivo de Kidum, una división del Centro Volcani para la Investigación Agrícola que se especializa en convertir la investigación agrícola en productos comerciales.
“Además, esta tecnología reducirá el uso de productos químicos perjudiciales. Creemos que también proporcionará soluciones para tratar los patógenos fúngicos en aplicaciones previas a la cosecha”.
HarvestR, fundada en diciembre pasado, compite con Bayer, Syngenta, GreenLight Biosciences y otros fabricantes globales en un mercado de agroquímicos valorado en 280 mil millones de dólares al año. Es parte de la Incubadora InNegev, que promueve la colaboración de startups con la industria, la academia y las instituciones financieras. HarvestR cuenta con el apoyo de la Autoridad de Innovación de Israel, y hasta ahora ha recaudado 400,000 dólares.
*Periodista.
Fuente: israel21c.org.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.