Ana Jerozolimski*
En los últimos días circularon en distintos medios de prensa, también en América Latina, artículos según los cuales Israel no había presentado pruebas escritas sobre el involucramiento en terrorismo de funcionarios de UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos), inclusive en la masacre del 7 de octubre. Evidentemente, afirmaciones como las que aparecían en los titulares dejaban la impresión de que si Israel no pudo presentar pruebas ante la comisión encargada de investigar sus acusaciones, ello significa que carecen de fundamento alguno.
Pero la verdad es otra.
Primero, la explicación que llegó directamente de Catherine Colonna, la diplomática francesa a la que el Secretario General de la ONU pidió encabezar el Grupo de Revisión que investigue el tema..
Instalaciones eléctricas del “data center” de Hamás que las FDI hallaron bajo la sede central de la UNRWA en la ciudad de Gaza, en febrero pasado. Es imposible que esa institución no estuviera enterada de que una compleja red de túneles había sido construida justo bajo su edificio, y que de hecho utilizaba su energía eléctrica
(Foto: The Times of Israel)
Todo surgió de una frase puntual incluida en el informe presentado recientemente por el Equipo de Revisión, encabezado por la diplomática francesa Catherine Colonna. El grupo fue nombrado por iniciativa del Secretario General Antonio Guterrres, para investigar el tema.
Los informes de prensa a los que se aludía al comienzo de esta nota se basaron en una frase que aparece en el informe, en la que dice “Israel ha alegado públicamente que un número significativo de empleados de UNRWA son miembros de las organizaciones terroristas, pero aún tiene que proporcionar la evidencia que apoye dicha acusación”.
Sin embargo, en una rueda de prensa brindada al 24 de abril, la propia Catherine Colonna aclaró que la intención de la frase era decir que Israel no había proporcionado las pruebas a la UNRWA. Y ella misma agregó: “Eso no sorprende, porque Israel no le debe esta evidencia durante la investigación a UNRWA sino a la Oficina de Servicios de Revisión Interna de la ONU”. Se lo puede escuchar entrando al link de la rueda de prensa. Esa parte está en el minuto 29´55”:
Antes de seguir analizando el informe, sus virtudes y defectos, recordemos los hechos, tal cual nos los confirmó ya en febrero en una rueda de prensa especial para prensa extranjera el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant:
1) Reveló la identidad, con datos completos y fotos, de 12 funcionarios de UNRWA que participaron activamente en la masacre en el sur de Israel.
2) Aseguró que Israel tiene “significativos indicios basados en inteligencia” de que otros 30 funcionarios de UNRWA participaron en el ataque, facilitaron secuestros, saquearon y robaron en comunidades israelíes aledañas a la frontera.
3) Reveló que el 12% de los 13.000 empleados de la UNRWA están afiliados a Hamás y la Yijad Islámica. Concretamente, 1468 funcionarios de la agencia están confirmados como miembros activos de dichas organizaciones terroristas.
4) De ellos, 185 son activos en el brazo armado de Hamás y 51 en el de la Yijad Islámica.
5) Gallant aseguró que Hamás utiliza diversas instituciones de UNRWA, inclusive hospitales y escuelas, para almacenar armas, lanzacohetes, para el funcionamiento de centros de comando, la apertura de bocas de túneles y los túneles mismos. Sostuvo que terroristas de la unidad Nukhba que atacaron a Israel se escondieron en instalaciones de la UNRWA al volver a Gaza, y que los terroristas lanzaron cohetes en numerosas ocasiones desde escuelas de UNRWA.
Vayamos ahora al informe y sus entretelones.
Aunque en la página oficial de la ONU dice explícitamente que el grupo en cuestión debía examinar si UNRWA “estaba haciendo todo lo posible para garantizar neutralidad” y responder a lo alegado acerca de casos en los que habría habido serias violaciones de dicha norma, la cancillería israelí sostiene que el Grupo de Revisión no examinó las quejas israelíes sobre la penetración de organizaciones terroristas en la UNRWA, dado que le indicaron explícitamente no hacerlo. Y agrega: “A pesar del estrecho mandato dado al Grupo de Revisión, cuando sus miembros visitaron Israel se les presentó información detallada sobre la infiltración de UNRWA por parte de Hamás, incluyendo los nombres de casi 500 de sus empleados que también son operativos militares de Hamás o de la Yijad Islámica Palestina”.
Yoav Gallant reveló que el 12% de los 13.000 empleados de la UNRWA están afiliados a Hamás y la Yijad Islámica. Concretamente, 1468 funcionarios de la agencia están confirmados como miembros activos de dichas organizaciones terroristas
La cancillería en Jerusalén afirma categóricamente que compartió las evidencias sobre la UNRWA en forma detallada.
Es relevante recordar qué dijo el Grupo de Revisión sobre el tema de UNRWA y terrorismo: “Cualquier involucramiento en un grupo militarizado que promueve la discriminación o la violencia, como Hamás y la Yijad Islámica, viola el principio de neutralidad que UNRWA debe respetar”.
Aunque esta afirmación general es muy importante, el informe Colonna no dice la verdad al alegar que “el Gobierno israelí no ha informado a la UNRWA de ninguna preocupación relacionada con ningún personal de la UNRWA… desde 2011″. Las advertencias fueron múltiples a lo largo de los años, algunas públicas y otras en forma discreta a la agencia. “Israel proporcionó a la UNRWA una lista de varios empleados de la agencia que también eran miembros de Hamás o de la Yijad Islámica Palestina, exigiendo su despido inmediato y una investigación, pero la UNRWA no tomó ninguna medida”, sostiene la cancillería israelí.
Se presentaron al Grupo de Revisión cartas de los años 2011 y 2012. En los años siguientes, Israel continuó presionando sobre esta cuestión, exigiendo en particular el despido de Suheil al-Hindi, un destacado miembro de Hamás que durante esos años también sirvió como jefe del sindicato del personal de la UNRWA. No fue hasta 2017, después de que Israel volvió a plantear la cuestión cuando se informó que al-Hindi había sido elegido miembro del Consejo Shura de Hamás, que finalmente renunció a su puesto en la UNRWA.
“Esta secuencia de acontecimientos demuestra que la UNRWA, como cuestión de política, ignoró repetidamente las preocupaciones planteadas por Israel de que estaba empleando a miembros de Hamás, mucho después de 2011”, sostiene la cancillería en Jerusalén. “De hecho, al menos dos de los empleados cuyos nombres fueron proporcionados en 2011 todavía están empleados por la agencia hasta el día de hoy. Al Grupo de Revisión se le presentó esta información en sus reuniones en Israel, pero decidió no mencionarla en su informe”.
La cancillería israelí sostiene que el Grupo de Revisión de la ONU no examinó las quejas israelíes sobre la penetración de organizaciones terroristas en la UNRWA, dado que le indicaron explícitamente no hacerlo
Israel tiene varias críticas más al trabajo del Grupo de Revisión. Una de las centrales es que no abordó adecuadamente el tema del abuso de las instalaciones de la UNRWA con fines terroristas. Funcionarios oficiales israelíes pusieron claramente al tanto a los miembros del grupo del descubrimiento de más de 30 instalaciones de la UNRWA en Gaza que contenían infraestructura terrorista. Además, vieron que la UNRWA ni siquiera investiga la posibilidad de que Hamas esté abusando de sus instalaciones, utilizando por ejemplo su electricidad, agua y comunicaciones.
“La presidenta no recomendó aplicar ninguna sanción a los administradores de las instalaciones donde se descubrieron abusos, ni especificó qué se debe hacer con el túnel u otra infraestructura encontrada”, sostiene la cancillería israelí.
Agrega que “se ha descubierto que al menos dieciocho directores de escuelas de la UNRWA en Gaza son miembros del ala militar de Hamás”, y que “en dos de esas instalaciones, los túneles debajo de las escuelas quedaron expuestos en 2017 y 2022, pero se descubrió que estaban operativos cuando las Fuerzas de Defensa de Israel entraron y los desmantelaron durante la guerra actual”.
Israel ve algunas luces en la actitud de la presidenta Colonna, pero también grandes lagunas que no fueron estudiadas seriamente, o que a pesar de los hallazgos no se trató de corregir.
*Internacionalista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: semanariohebreojai.com.
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