E ste hecho tuvo relación con rabí Moshé Turgeman (Z’L), el Rav de Baba Sali, y me lo refirió el encargado de la sinagoga.
En Haifa hay una sinagoga que tiene tres Séfer Torá en nombre de tres tzadikim, y uno de ellos es rabí Moshé Turgeman (Z’L). Un sábado por la noche entraron ladrones en la sinagoga. Uno de ellos sugirió llevarse las cajas de tzedaká. Otro dijo que eso era poca cosa, que sería mejor robar un Séfer Torá y obtendrían mucho más dinero. Se acercaron al Hejal y se dispusieron a coger el Séfer que estaba a nombre de rabí Moshé. Cuando lo estaban sacando apareció un anciano gritando: “¡Ladrones, socorro!”. Sus gritos fueron tan fuertes que los ladrones se asustaron y huyeron sin llevarse nada.
Después de un mes de este hecho, un par de ladrones fue arrestado por la policía en un acto similar en otra sinagoga. Cuando investigaron varios robos en diversos templos, les preguntaron si también habían “visitado” el de Haifa. Los interrogaron: “¿Por qué escaparon?”. Los ladrones respondieron que habían visto a un anciano vestido todo de blanco, que los ahuyentó con sus gritos. Les preguntaron de nuevo: “¿Quién era el anciano?”. “Si viéramos su foto seguro que lo reconoceríamos”, contestaron.
La policía fue a preguntarle al encargado de la sinagoga que abre a medianoche quién era el anciano. Él les explicó que nadie tenía las llaves del templo excepto él. Aconsejó a la policía que llevaran las fotos de los tres tzadikim en cuyos nombres fueron escritos los Séfer Torá de esa sinagoga. La policía tomó las fotos y se las mostró a los ladrones, quienes reconocieron a rabí Moshé Turgeman (Z’L), quien vino del otro mundo a salvar el Séfer escrito en su honor.
*Abogado
Tomado de Relatos milagrosos, Maasé Nissim, vida y milagros de Rabenu Israel Abuhatsira (Z’L) Babasali