Sin lugar a dudas, la fecha que titula el artículo de esta semana es de mis favoritas, empezando porque un 24 de junio pero de 1967 nació en Caracas la mujer que me ha apasionado en más de mis últimas 3 décadas y media, es un portento de energía e inteligencia emocional, tiene un nombre exótico originario del Medio Oriente y cuando se lo preguntan, su interlocutor normalmente entiende cualquier otra cosa menos Chera.
Chera es una mujer que me cautivó desde que la conocí, me ha dado rumbo norte en tiempos borrascosos y dos vástagos espectaculares Moisés y Katherine, que ya emprendieron su propia aventura, así que este 24 de junio estaremos todos felices de poder compartir, así sea desde la distancia, este emotivo aniversario.
Dios, en su eterna misericordia, espero nos dé muchísimos 24 de junio para compartir en familia y amigos la vida y sus momentos, que al decir de los expertos el recuerdo de los mismos atrae la felicidad, siempre y cuando sean gratificantes, además alargan la vida, porque la felicidad no es solo lo que nos pasa sino cómo interpretamos eso que nos pasa o lo que nos ha pasado.
Por otro lado, un 24 de junio pero de 1987 nace en Rosario, Argentina, un tal Lionel Andrés Messi Cuccittini, el jugador de fútbol más grande de la historia, y quien aunque parezca increíble, ha sido un bálsamo de felicidad para gran parte de la humanidad que deseaba verlo levantar la Copa de Mundo, hecho que, a pesar de caer derrotada Argentina en su primer partido, pudo enderezar el rumbo y alzarse con el trofeo más importante del fútbol mundial, la Copa del Mundo. Lo único que faltaba en su vitrina.
“La Pulga”, le dicen de sobrenombre por su pequeño tamaño, pero de habilidades extraordinarias, y que muchos de sus compañeros como Thierry Henry en el Barcelona se han preguntado si Leo Messi es “humano”; parece un chiste, pero quienes han estado cerca de él en el campo cuentan que hace cosas que la física no puede explicar, pero bueno, ya eso es cuestión anecdótica frente a un monumental jugador que ha estado en la cima por casi 20 años, y que si me apuran un poco, doy por descontado que en octubre será galardonado con su octavo Balón de Oro.
Por otro lado, el 24 de junio pero de 1821 siempre será recordado como una fecha patria fundamental en la historia de nuestro país, al consolidarse la independencia de Venezuela en la Batalla de Carabobo, o como algunos la llaman del Cerro de la Mona.
Al amanecer de ese decisivo día, el Libertador Simón Bolívar, comandante en jefe de las Fuerzas Republicanas, se desplazaba por las alturas del Cerro Buenavista con su caballo blanco Palomo, divisando la posición de los realistas y ordenando en forma brillante, después de un análisis minucioso de los flancos más vulnerables de los españoles, modificar la marcha de su ejército, dirigiéndolo al flanco derecho del enemigo, lo que fue fundamental para la victoria definitiva en dicha batalla,que selló esa gran epopeya que significó el camino hacia la libertad de Venezuela, que después se extendió hacia la independencia de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Incluso, aunque Bolívar no tuvo injerencia en la soberanía de Panamá, muchos consideran a ese país como bolivariano, ya que una vez que Panamá consiguió su independencia el mismo año que Venezuela en 1821, decidió voluntariamente unirse a la Gran Colombia; y recordemos que Bolívar convocó la realización del Congreso Anfictiónico en la ciudad de Panamá.
Ese Congreso, realizado en 1826 por voluntad de Bolívar, tuvo como finalidad la confederación de los nuevos Estados americanos bajo una visión de unión continental.
Hoy en día la OEA, Organización de Estados Americanos, pudiera ser vista como una idea bolivariana de la importancia de la unicidad para lograr el cumplimiento de objetivos superiores como la paz y la confraternidad, en la búsqueda del bien común. Parafraseando a Bolívar, pudiéramos decir que lo que siempre buscó en su vida política y militar fue la mayor suma de felicidad posible y la mayor suma de estabilidad política necesaria.
En definitiva, esta fecha me trae una alegría inmensa por el disfrute en el abrazo con la familia, la dicha del camino recorrido juntos de la mano con mi compañera de vida; en el recuerdo de la emoción vivida aquel 18 de diciembre de 2022, cuando el mundo entero aguantó la respiración en la tanda de penales; y en el repaso histórico de la gloria, al conseguirse la libertad forjada con sangre, sudor y lágrimas, pero con una hidalguía y firmeza que ha marcado a todas las generaciones de venezolanos, amantes de esta tierra bendita.