Tu Bishvat aparece en el Talmud (Rosh Hashaná 2a) como uno de los cuatro “años nuevos” en el calendario judío: “Beit Hilel dice que el ‘año nuevo de los árboles’ es el 15 del mes de Shevat – Tu Bishvat”.
L a costumbre en Tu Bishvat es comer frutos de las siete especies con las cuales se alaba la tierra de Israel: “Una tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granada, una tierra de olivos y miel de dátiles” (Devarim 8:8). La tradición cabalística incluye hasta un místico séder de Tu Bishvat (conceptualmente similar al séder de Pésaj), donde son expuestas las dimensiones interiores de los frutos, junto a las bendiciones, canciones y una profunda discusión. El Arizal, gran cabalista del siglo XVI, enseñó que comer diez frutos específicos y beber cuatro copas de vino en un orden específico puede acercar a la persona a la perfección espiritual.
Algunos judíos guardan su etrog desde Sucot para comerlo en Tu Bishvat. Este día también se considera propicio para rezar por un hermoso etrog para el siguiente Sucot.
En el Israel contemporáneo, Tu Bishvat es una especie de “Día del Árbol” judío, un día de conciencia ambiental en el que se plantan árboles en celebración.
Tu Bishvat tiene una gran importancia en las leyes agrícolas que son relevantes en Israel. Como “año nuevo de los árboles”, Tu Bishvat es la fecha límite en el calendario hebreo para calcular la edad de un árbol frutal. Se considera que todo árbol tiene su “cumpleaños” en Tu Bishvat. Esto significa que si plantaste un árbol el 14 de Shevat, este comienza su segundo año al día siguiente; mientras que si plantas un árbol el 16 de Shevat, no comienza su segundo año sino hasta el Tu Bishvat siguiente.
Tu Bishvat es como el año fiscal para la agricultura. La relevancia práctica de esto es que durante los tres primeros años de un árbol, sus frutos están prohibidos bajo el requerimiento bíblico de no comer orlá (Levítico 19:23). Más aún, Tu Bishvat es el año nuevo para determinar los diezmos: en los años 1, 2, 4 y 5 del ciclo de siete años de shemitá, el 10% del producto de Israel es Maaser Shení, que debe ser redimido con una moneda. En los años 3 y 6 del ciclo, ese 10% es Maaser Aní, que debe ser entregado a los pobres. Cuando comemos frutos que crecieron en Israel, deben ser debidamente diezmados. Si no se hace, los frutos no son kasher.
La bendición adecuada antes de comer el fruto de un árbol es: Baruj Atá Ado-nai Elohei-nu Mélej HaOlam boré pri ha-etz (“Bendito eres tú, Dios, rey del universo, que crea el fruto del árbol”). Pero unos cuantos frutos, como la piña, tienen una bendición diferente: la última palabra es cambiada por ha-adamá, la tierra.
En Tu Bishvat también se acostumbra comer un “fruto nuevo”, un fruto de estación que aún no se ha probado en esta temporada, y se dice la bendición siguiente: Cuando comemos dos alimentos que llevan la misma berajá (bendición), como un dátil y una manzana, y que requieren la bendición de “ha-etz”, una sola berajá los cubre a ambos. Si el plan es comer más de un tipo de fruto, se da una berajá por el más importante de los dos. El Código de Ley Judía (OJ 211) describe un orden específico en el que se deben decir las berajot, y consecuentemente qué alimento debe comerse primero. Un factor clave al determinar la “importancia” son las siete especies. Por lo tanto, cuando tenemos dos alimentos de la misma berajá, como dátiles y manzanas, habría que decir “ha-etz” sobre los dátiles (una de las siete especies).
El estatus especial de las siete especies aplica incluso a un producto no israelí. Sin embargo, si las frutas son las mismas, lo producido en Israel tiene preferencia para la berajá por sobre lo producido en la diáspora. Más todavía, el versículo citado enseña el orden de importancia dentro de las siete especies mismas: la regla es que un fruto o grano que está mencionado más cerca de la palabra “tierra”(que aparece dos veces en el versículo) se considera de mayor importancia. Entre las siete especies, el orden de importancia es: trigo, cebada, aceitunas, dátiles, uva, higos y granadas.
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