A l asumir su cargo el pasado 13 de julio, la nueva primera ministra británica, Theresa May, ofreció crear “un país que trabaje para todos” y luchar contra la injusticia social. Su gobierno deberá dirigir la difícil transición que implica retirar al Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit, según decidió la mayoría de los británicos durante el reciente referendo.
Theresa May ha dado numerosas muestras de amistad personal hacia Israel y el pueblo judío. En su anterior cargo como Home Secretary (equivalente a ministra del Interior, Inmigración y Ciudadanía) visitó Israel en 2014, tras lo cual comentó que había quedado “encantada al ver de primera mano la floreciente asociación entre el Reino Unido e Israel”. También alabó a los soldados israelíes que han pagado “el precio definitivo” de “dar la vida para defender a su país durante las guerras y contra el terrorismo”. En otra ocasión, calificó al Estado judío como “el logro de la lucha de muchas generaciones”.
A raíz de los atentados de París de 2015 contra el semanario Charlie Hebdo y el automercado Hyper Cacher, May fue fotografiada con una pancarta que rezaba Je Suis Juif (Soy Judío); poco antes había prohibido la entrada a su país al humorista antisemita francés Dieudonné. También ha afirmado sentirse consternada por el crecimiento del antisemitismo en Europa, incluyendo el Reino Unido: “Nunca pensé que vería el día en que miembros de la comunidad judía británica dijeran que estaban temerosos de quedarse en el país. Valoramos mucho la enorme contribución que ustedes hacen al país”.
May ha ofrecido discursos en numerosos eventos de la comunidad judía británica, incluyendo el almuerzo anual del Community Security Trust, una cena del Liceo Hasmoneo (ortodoxo), y la celebración de Yom Haatzmaut de la organización Bnei Akiva. En diciembre pasado, Theresa May representó al primer ministro David Cameron durante el encendido de las velas de Janucá en la residencia oficial de Downing Street; este año le tocará hacerlo como primera ministra.
Entre sus primeras medidas, May designó a Boris Johnson como secretario (ministro) del Exterior. Johnson también se ha manifestado numerosas veces a favor del Estado judío; por ejemplo, durante una visita a Israel en noviembre de 2015 criticó duramente la campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), calificando a los académicos que la promueven como “izquierdistas pasados de moda”. Como respuesta, varios grupos palestinos se negaron a reunirse con él en Ramala, y se le informó que sus comentarios habían generado riesgos adicionales para su seguridad en Cisjordania. Sin embargo, su encuentro con el primer ministro palestino Rami Hamdala tuvo lugar como estaba previsto.
Johnson fue uno de los promotores del Brexit, y ha sido criticado por haber empleado argumentos falaces para convencer a los electores.
Con información de The Times of Israel y Aurora.