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Eduardo Lisogorsky*
Para mí y mi familia, Hebraica lo significa todo. Ha sido un eslabón importantísimo en la consolidación de mi grupo familiar. Llegué a Venezuela acompañado de Graciela, mi esposa y con mis hijos de 5 y 1 año de edad. Hebraica estuvo ligada con fuerza inquebrantable en todo lo que ello significó. Fue parte de nuestra forma de vida.
En lo profesional, Hebraica fue un reto para mi vocación, pues encontré la posibilidad de seguir desarrollándome dentro de un modelo educativo en donde el deporte no era un fin en sí mismo, sino que servía como herramienta fundamental en la forma de vida judía, involucrando al joven y la familia como medio socializador de una actividad comunitaria y como atracción hacia una actividad sana fortificadora de la identidad judía.
Hebraica ha sobrepasado las expectativas del Centro Social y Deportivo Hebraica S.C. como lo conocí cuando llegué. Fue creciendo paulatinamente con solvencia institucional fortaleciendo a la juventud, incorporando la cultura y el servicio comunitario como parte de un programa que abarca a toda la familia, enriqueciéndolos con valores que hacen al ser judío y envueltos todos en un modo de vida judío.
Junto a mi familia le decimos: ¡Mazal Tov, Hebraica! Que a pesar de las dificultades que se sufren hoy tenga otros 50 años de continuo crecimiento, fortaleciendo a la comunidad, fortalecida por el espíritu macabeo que la engendra y manteniendo el ejemplo de centro comunitario para el pueblo judío.
*Director de Deportes de Hebraica (1975-1988), director de Actividades y coordinador inicial del Círculo Edad de Oro (1981-1988), voluntario del CEM y la Comisión de Deportes (1989), gerente general (1990-1993), voluntario y asesor del Departamento de Deportes (1994-1998), director de Deportes (1998-2004), voluntario y asesor de la Comisión de Deportes (2005-2007), invitado a dirigir la delegación juvenil a la Macabiada Mundial (2009).
Adolfo Finkielztein*
Hebraica es un vehículo generador de desarrollo comunitario. Su norte es espiritual judío, solidario con el Estado de Israel e identificado con la Unión Mundial Maccabi, por lo que educa bajo sus bases y lineamientos. En cuanto a Hebraica, puedo decir que no sólo se han cumplido mis expectativas sino que mi familia y yo, junto con la institución y la comunidad, las hemos disfrutado, continuamos disfrutando, y por ello hoy me siento más fortalecido, más comprometido con el judaísmo, con el sentido de trascendencia, con una concepción tolerante y humanista. Mis deseos para Hebraica es que continúen las huellas y la visión de los fundadores y voluntarios, que dejen siempre encendida la antorcha de Modiin, la cual heredamos para proyectar el aporte comunitario. “Hebraica es comunidad” es una forma de vida personal y familiar, es el corazón de la kehilá, se escuchan los latidos que hablan de su gran significado espiritual y un propio sentido de la vida, una vida dinámica y activa de desafíos en pro del otro.
*Shelíaj de la Agencia Judía y Unión Mundial Macabi (1981- 1985)
Hector Marincioni*
Hebraica marcó mi vida profesional. Hay un antes y un después. Llegué con 28 años con la incertidumbre de cuál sería mi futuro, ya que nunca había trabajado en instituciones judías. Mi historia comenzó en julio de 1976 y finalizó profesionalmente en noviembre de 1987. Inicialmente bajo la presidencia de José Benarroch, me contrataron para crear el Departamento de Educación Física de los colegios (primaria en las antiguas instalaciones de Hebraica y la secundaria de San Bernardino). No había límites para la creación de actividades nuevas. En síntesis, Hebraica fue para mí la gran oportunidad de crecer, con la que pude desarrollarme profesionalmente, y los recuerdos que tengo de esa época están siempre presentes y son un ejemplo de lo que significa trabajar en comunidad. Mis expectativas sobre Hebraica han sobrepasado el diagnóstico inicial más optimista. Prueba de ello es que muchos de aquellos alumnos de los años 70 han seguido la senda deportiva y también algunos de ellos han sido o son dirigentes comunitarios dedicados y exitosos. Deseo para Hebraica que se puedan generar sus propios relevos profesionales y dirigencia con la mística de los pioneros y los que han continuado la labor. Entiendo que hay cambios permanentes y de todo tipo, pero las futuras generaciones deben tener el privilegio de poder vivir la Hebraica que ha sabido consolidarse durante sus primeros 50 años. No importa de dónde han llegado los abuelos a Venezuela, no es relevante la condición económica ni si los trabajadores son o no judíos, ya que junto a los miembros de Hebraica, todos sienten el orgullo de pertenecer a una institución ejemplar y única.
*Coordinador de Educación Física (1976-1981) y Gerente General de Hebraica (1981-1987)
Alberto Vieira*
Hebraica es mi vida, si yo no tengo Hebraica no tengo nada. Uno de los más bellos recuerdos que tengo es cuando fui a Israel. Siempre me hablaban de Israel, y cuando estuve allí no lo creía. Yo llegué a Hebraica en el año 74 y me enamoré a primera vista de esta institución. Espero que Hebraica siga conmigo como hasta hoy. Ha aportado y sigue aportando mucho a la gente de la comunidad, y más con la situación del país. Yo espero que nuestra institución continúe creciendo. Cuando estás fuera de Hebraica, y entras, no parece que fuese el mismo mundo. Parece un paraíso. Vamos a salir adelante, todos trabajando, todos luchando y todos queriendo a Hebraica. Hay muchos niños y muchas familias que necesitan de Hebraica. Es imprescindible para la comunidad y también para los que trabajamos aquí.
*Gerente de Mantenimiento desde 1974 hasta la fecha.
Oscar Jaroslavsky*
Llegué a Caracas en el año 1986. En Hebraica de Sao Paulo trabajé como voluntario representando a la Confederación Latinoamericana Macabi y Hebraica Caracas se convirtió en mi casa natural, en mi familia. Un año después de mi llegada realizamos los Juegos Macabeos Panamericanos en Venezuela. Nuestra Hebraica y toda la comunidad se abocó a su realización, con participación de más de 1.300 atletas de Latinoamérica y Estados Unidos, con el trabajo de más de 300 voluntarios locales. Fue un éxito total. También en 1987 se oficializó la mesa directiva del grupo universitario. Un grupo de 12 jóvenes que hicieron historia. Cuatro comisiones trabajando en cuatro diferentes áreas: cultural, social, deportiva, eventos. Todos los lunes más de 300 jóvenes universitarios se reunían para planificar y estar juntos, con la misión de promover actividades y eventos para toda la masa universitaria de la comunidad en la época. Rallies, paseos, seminarios, torneos deportivos, charlas, reuniones reflexivas: cuánta emoción, participación, actividades y, sobre todo, pasión y amor por lo que hacían. He participado en las juntas directivas de los últimos 28 años y siento que conseguimos sobrepasar las expectativas con la ayuda de un grupo profesional de primera línea y calidad de voluntarios con amor y mística por su Hebraica y su comunidad. Esta es la ecuación de éxito e identificación. Profesionales y directivos que con amor, mística, devoción a su identidad, han hecho que estos 50 años representen un hecho épico que nos emociona a todos nosotros, enorgullece a nuestra comunidad y al pueblo judío” Con mucho honor asumí la coordinación de una comisión que se constituyó para coordinar los eventos, actividades y acciones de las conmemoraciones por la celebración de los 50 años de Hebraica junto a directivos, voluntarios y profesionales. No quiero dejar de mencionar a nuestro Presidente Honorario, nuestro querido Hillo Ostfeld Z’L, a quien hemos perdido hace muy poco y nos deja su ejemplo y su misión en la vida como inspiración para esta tarea. Un reto, un desafío y como todo en Hebraica con mucho amor y fe en nuestros valores y raíces y la gran ayuda de esta maravillosa kehilá vamos a lograrlo. Kol Hakavod para los que formaron y forman parte de esta historia. Que tengamos fuerza y coraje para los próximos 50 años y que Hashem esté con nosotros. Am Israel Jai. ¡Jazak Veematz!
*Directivo de Hebraica y coordinador de la Comisión para la celebración de los 50 años