L as elecciones municipales palestinas están previstas para el 8 de octubre próximo, pero los preparativos —y especialmente los enfrentamientos y tensiones— ya alcanzan niveles muy altos.

Si bien la Ley Electoral permite que la campaña tenga lugar solo durante las dos semanas previas a la votación, la mayoría de los partidos ya comenzaron, sobre todo los más grandes, al-Fatah y Hamás.

Las elecciones tendrán grandes consecuencias en toda la región. La semana pasada, el rey Abdalá de Jordania visitó El Cairo y se reunió con el presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi. Los mandatarios trataron la situación en la arena palestina, en momentos en que Egipto intenta promover su iniciativa de paz palestino-israelí. En primer lugar, Abdalá y al-Sisi desean lograr la reconciliación entre al-Fatah y Hamás, para que los palestinos puedan llegar a las negociaciones de paz con Israel con una postura política única.

Pero la mayor preocupación de los dos mandatarios es impedir que el movimiento Hamás gane las elecciones municipales y así logre extender su poder y control de la Franja de Gaza a la Margen Occidental (Cisjordania), limítrofe con Jordania. Tanto para Jordania como para Egipto, la cercanía de Hamás con la “Hermandad Musulmana” es una amenaza concreta. Para Egipto, está claro también que Hamás está vinculado con los terroristas de ISIS de la Península del Sinaí, así como a Turquía y Catar, todos ellos factores que intentan derrocar al gobierno egipcio.

Una de las principales razones por las que Hamás podría tener grandes ventajas en las próximas elecciones es la división interna y la débil postura en la que se encuentra al-Fatah; ello se debe principalmente al enfrentamiento entre el líder de ese partido, el presidente Mahmud Abbas, y su ex mano derecha, Muhamad Dahlan. En la calle palestina hay rumores acerca de que el enfrentamiento entre los seguidores de Abbas y los de Dahlan está cerca de llegar al derramamiento de sangre. Si no se produce un cambio esencial en la postura de Abbas, en las próximas semanas podría verse que las posibilidades de Hamás de ganar las elecciones aumentan.