Jalal Bana
Habiendo perdido la fe en la Autoridad Palestina, muchos palestinos están volviendo a la ley tribal. Con las tensiones en aumento, es posible que pronto veamos un levantamiento popular palestino que ponga fin al gobierno del partido al-Fatah. Las tensiones son altas en los territorios palestinos. Incluso se podría describir la situación como un polvorín, en particular entre los jóvenes palestinos desde Yenín en el norte hasta Hebrón en el sur.
En Yenín, las tensiones, resultado de varios acontecimientos de años recientes, han provocado difíciles enfrentamientos entre cientos de jóvenes y las fuerzas de seguridad palestinas en los últimos días. La tensión es particularmente alta después del asesinato de Mahran Khalilia, de 21 años, estudiante de la Universidad Americana de la ciudad, durante una pelea con otros jóvenes. Sus familiares, que se cuentan por miles, han declarado la prohibición de abrir la universidad y la mayoría de los estudiantes ahora asisten a clases online.
El grado de tensión entre el público palestino, en particular entre las generaciones más jóvenes, y la policía y las fuerzas de seguridad, va en aumento y podría estallar en cualquier momento, dando como resultado lo que podría trasformarse en una intifada palestina interna y una “primavera palestina”.
El gobierno de Mahmud Abbas es percibido como ilegítimo y corrupto por la mayoría de los palestinos
(Foto: ONU)
Junto a la difícil situación económica en los territorios, la tasa de desempleo es muy alta, en particular entre los académicos. Más de un año después del inicio de la pandemia del coronavirus, la situación política interna palestina tampoco está en su mejor momento. Hace muchos años que no se celebran elecciones, los dirigentes cumplen sus funciones sin ningún respaldo ni legitimidad pública, el parlamento palestino es irrelevante, el sistema de justicia no funciona, ni la policía, cuya principal tarea es mantener el gobierno del régimen. Además, la presidencia de la Autoridad Palestina y su liderazgo son más débiles que nunca, y la brecha política interna está creciendo.
Todo esto está llevando al público palestino a confiar en sí mismo y en su liderazgo social, y volver a las leyes tribales. Esto es precisamente lo que llevó a los familiares de Khalilia a unir fuerzas y exigir la implementación de tales leyes. Y de acuerdo con la ley tribal, mientras el sospechoso de un crimen permanezca impune, todos los miembros de su familia nuclear y extendida pueden ser blanco de delitos, como un incendio premeditado o el asesinato de uno de los acusados. Para la mayoría de la sociedad palestina, la AP no es más que un mecanismo que coordina la seguridad con Israel y mantiene el gobierno del presidente de la AP Mahmoud Abbas y su partido Fatah.
No pasará mucho tiempo antes de que veamos un levantamiento popular, que puede poner fin al gobierno de Abbas de la misma manera que otros gobernantes árabes han puesto fin a sus regímenes. Los eventos en la Autoridad Palestina pueden influir en lo que sucede en Israel, porque la mayoría de ellos podrían exportarse a Israel. Esto, a su vez, conduciría a un enfrentamiento o una ola de ataques terroristas de lobos solitarios como la que hemos presenciado en los últimos meses.
Los mecanismos de seguridad en Israel y la AP controlan la situación por ahora, pero estarán en apuros para vigilar las iniciativas de los individuos que llevan a cabo ataques sin divulgar ninguno de los detalles de sus planes.
Se debe prestar especial atención a lo que está sucediendo en los territorios, en particular entre los jóvenes palestinos, quienes pueden inspirarse en otros pueblos y provocar un levantamiento contra sus gobernantes que alterará la situación a ambos lados de la Línea Verde.
*Periodista.
Fuente: Hatzad Hasheni / Israel Hayom.
Versión NMI.