“Por la palabra de Hashem se ponían en marcha los hijos de Israel y por la palabra de Hashem se detenían para acampar” (Bamidbar 9; 18).
Rabí Yeshayahu HaLevy Horowitz, HaShela HaKadosh, explica en su libro Shenei Lujot HaBrith que en esta parashá Behaalotejá encontramos tres versículos contiguos en los que en cada uno de ellos está escrito dos veces Al Pi Hashem, es decir, “Por la palabra de Hashem”; y estos versículos son: el 18 que aparece como título a este artículo; el 20 (“Y, a veces, la nube permanecía pocos días sobre el tabernáculo. Por palabra de Hashem se detenían y por palabra de Hashem se ponían en marcha”); y el versículo 23 (“Por palabra de Hashem se detenían y por palabra de Hashem reanudaban la marcha”).
Con esto la Torá quiere recalcar que una persona de Israel no realiza ninguna acción o emprendimiento sin antes decir: “Si Dios quiere”, como lo expresamos diariamente en Shajrit en Yehi Jebod, cuando recordamos el versículo 21 del capítulo 19 de los Proverbios del rey Salomón: “Numerosos son los proyectos del hombre, mas solo la voluntad de Hashem se cumple”. Aquí la voluntad está representada por la palabra Hi en hebreo, que significa “ella”, letras: hei, yod y alef, que al voltearlas dan: alef, yod, hei, que forman las iniciales de “Im Yirtze Hashem”, es decir, “Si Dios quiere”, palabra que también aparece en Keter, la Kedushá de Musaf: aye.
Quiera Hashem que siempre nuestros planes y realizaciones tengan su bendición, y que todos nosotros en lo particular y en lo comunitario seamos exitosos.