SHIVÁ
A mi papá, Erich Schwartz Z’L
1932-2018
Las palabras no te harán justicia, pero espero, en este corto espacio, hacer homenaje al hombre más fascinante que he conocido hasta ahora, Erich Schwartz, mi papá.
Pa, tanto se podría decir de un hombre que vivió una vida tan larga, plena, compleja, maravillosa, triste y hermosa como la tuya… No te gustaba hablar de ti, decías que eras solo uno más. Qué humildad la tuya. Eso sí, hablabas con tus acciones.
No sé por dónde empezar, tampoco dónde terminar. Podría hablar de tu pasado, de nuestros momentos felices, de tus historias y de cómo las contabas, de tu fabuloso sentido del humor, de tus manos con las que me encantaba jugar, pero que además siempre estaban abiertas para dar. Tu generosidad, tu memoria privilegiada, tu sabiduría ante la vida… ¿Qué decir?
Historia, amabilidad, orgullo, sionismo y balance no son más que tu ejemplo.
Tus enseñanzas, principios y preceptos vivirán siempre en nosotros.
Cómo te extraño.