En nuestra parashá se recuerda la parte final del “Kriat Shemä”. Esta incluye el precepto de colocar flecos en una ropa que tenga cuatro esquinas, de modo que cada una de ellas lleve atado uno. Este mandato nos empujará a recordar todos los preceptos de la toráh y a santificarnos. Finalizando con: “Yo Soy el Eterno su Di´s, Quien los sacó de la tierra Egipto, para ser Su Di´s”. Y firma: “Yo Soy el Eterno su Di´s”.
Y al principio, cuando comenzamos el “Kriat Shemä”, decimos: “Shemä Israel…”,”Escucha Israel el Eterno es nuestro Di´s…”. Nosotros comenzamos declarando con orgullo que Di’s es a Quien hay que servir, y a nadie más.
Es curioso que al principio seamos nosotros los que expresamos este hecho, y al final es Di´s mismo Quien finaliza, enunciando esa misma idea.
El “Jatam Sofer”, ZT”L, dice lo siguiente: “Al principio nos honramos diciendo que tenemos el mérito que el Eterno sea Di´s nuestro. No obstante, al final, después de haber recibido sobre nosotros el “yugo” de las mitzvot, de amar a Di´s, de colocarnos filacterias, flecos en nuestras ropas, y una “mezuzá” en nuestras puertas, entonces es el Eterno Quien se enorgullece de ser Di´s nuestro.
Cierto es que en nuestra parashá no se sella esta declaración con la palabra “Emet”- Verdad – como cuando recitamos el “Shemä” todos los días, y la razón es porque lo mencionado está sujeto a ciertas condiciones: Si conseguimos santificarnos cumpliendo mitzvot, entonces Él Será nuestro Di´s, sino…
No así en las mañanas, cuando nos encontramos en la sinagoga, cubiertos con el “Talit” y coronados con los “Tefilín”, y demostramos nuestra absoluta disposición de cumplir todos los preceptos de la toráh, recibiendo así sobre nosotros el “yugo” Divino con amor. Entonces Di´s firma, de manera absoluta: Yo Soy el Eterno su Di´s, Verdad (sin lugar a dudas)”
Buscamos por todos los medios, éxito, salud, bienestar, hijos en el buen camino…, todo ello se resumiría en un solo concepto: Cercanía con Di´s. Pues Él es dueño de todo, Él tiene las llaves de la salud, de la bendición, y de todo lo bueno que podamos pedir o, inclusive, desear. Nos enorgullecemos de ser el Pueblo Elegido, del hecho que Di´s siempre está dispuesto a escucharnos; Y así mismo es. Pedimos algo del Señor del mundo, pero…Él también pide algo de nosotros. Y no porque Él lo necesite, sino para nuestro propio bien.
Esta ha sido, y será, nuestra sana y eterna relación con Di´s: Él es para nosotros, en la medida que nosotros seamos para Él.
Shabat Shalom