E l shékel ha reforzado en semanas recientes su posición como una de las monedas más sólidas y confiables del mundo, mostrando ganancias ante las principales divisas: el dólar, el euro y la libra.
Según el Banco Central de Israel, al comenzar el mes de marzo la tasa de cambio fue de 3,62 shékels por dólar, 3,82 por euro y 4,47 por libra esterlina. En el último año la moneda israelí se revaluó un 6% frente al dólar, llegando a su nivel más alto desde octubre de 2014, y se aproxima a un récord frente al euro.
Sin embargo, la vicegobernadora del Banco Central, Nadine Baudot-Trajtenberg, señala: “El shékel está sobrevaluado, y eso se ha hecho más patente en los últimos meses”; agrega que ese valor “no refleja la fortaleza de la economía israelí”. Por tanto, el ente ha intervenido en el mercado, adquiriendo 300 millones de dólares en divisas para frenar la tendencia al alza de la moneda local. “Continuaremos interviniendo si estimamos que la tasa de cambio puede deprimir la economía; percibimos que estas acciones son efectivas”, puntualizó Baudot-Trajtenberg. Un shékel muy fuerte encarece las exportaciones israelíes.
La evolución del shékel está reflejando esencialmente la del dólar en los mercados globales; la moneda estadounidense se ha fortalecido, en especial debido a la desconfianza que genera la confusión política en Francia. La incertidumbre ante la posible llegada al poder de la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, aumenta las preocupaciones sobre una potencial disolución del bloque europeo, lo que haría derrumbarse al euro, que ya está muy débil. Esto también desestabilizaría a la libra, a pesar de la prevista salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Con información de Israel Hayom