E sta semana se intensificaron los ataques terroristas al azar en Israel.
La noche del 8 de marzo se produjo un ataque con puñal en tres lugares del turístico puerto de Yafo, suburbio del sur de Tel Aviv. Un palestino de nombre Bashar Masalha, de 21 años, apuñaló a varias personas en la rambla costanera, la calle Nahum Goldmann y la Plaza del Reloj, causando un muerto y 12 heridos; finalmente, el terrorista fue abatido por la policía.
La víctima mortal fue un turista estadounidense de 29 años, Taylor Force, quien estudiaba en la Universidad Vanderbilt. El rector de esa institución, situada en Nashville, Tennessee, emitió un mensaje en el que lamentó que “este horrible acto de violencia ha arrancado a la familia Vanderbilt de una joven vida, y de la brillante promesa que representaba para mejorar nuestro mundo. Taylor había emprendido este viaje para expandir su comprensión de los emprendimientos globales, y también para compartir su visión y conocimiento con las start-ups en Israel”.
Otra figura que llamó la atención de este ataque fue el músico ambulante Yishay Montgomery, de 26 años. Al ver una multitud que gritaba presa del pánico, y que el terrorista corría hacia él, cayó al suelo, lo que evitó que Masalha le clavara el cuchillo; rápidamente se levantó y estrelló su guitarra en la cabeza del terrorista, quien entonces siguió corriendo hacia la rambla de la playa. Montgomery se ha convertido en una especie de héroe popular, y ya ha recibido varias guitarras de obsequio por parte de tiendas de música y particulares. Curiosamente, Taylor Force era nativo de Lubbock, Texas, de donde también es originaria la familia paterna de Yishay Montgomery.
Uno de los heridos en este incidente fue un joven árabe-israelí, Mohamed Wari, de 26 años, quien reside en Neve Tzedek y trabaja en una empresa de alta tecnología; él resultó apuñalado en un hombro. Wari comenta: “Los terroristas y sus partidarios no discriminan entre judíos, musulmanes y cristianos, americanos o rusos. Solo quieren matar. El terrorismo no distingue color, raza o religión. Es una enfermedad con un objetivo claro: matar y destruir el mundo y la coexistencia en la que vivimos”.
Minutos antes de los ataques de Yafo se habían producido dos atentados casi simultáneos en Petaj Tikva y Jerusalén, que causaron al menos tres heridos de gravedad, uno de ellos en estado crítico. En Petaj Tikva, un terrorista siguió a un judío ortodoxo dentro de una tienda de la céntrica calle Brosh, y lo apuñaló seriamente en el torso; la víctima, de unos 40 años de edad, logró extraer el arma de su cuerpo y apuñaló a su vez al agresor, causándole la muerte. El herido se encuentra hospitalizado de gravedad.
Minutos después, un motociclista palestino disparó con ametralladora contra gendarmes apostados en la calle Salah al-Din, cerca de la Puerta de Damasco, uno de los accesos a la Ciudad Vieja de la capital israelí, hiriendo gravemente a uno de ellos. Las autoridades lo persiguieron, pero el terrorista logró lesionar a otro uniformado antes de ser abatido. Los heridos fueron trasladados al Hospital Hadassah Ein Karem, uno de ellos en estado crítico por un impacto de bala en la cabeza.