120 años después del Caso Dreyfus, que simbolizó el auge del antisemitismo francés e indirectamente ayudó al nacimiento de la Organización Sionista y el Estado de Israel, en Francia quieren hacerle justicia al oficial judío acusado falsamente de espionaje a favor de Alemania.
El secretario de Defensa francés, Lawrence Farley, anunció planes para otorgar póstumamente el rango de general a Dreyfus, quien murió en 1935. A pesar de la injusticia causada, incluso en la actualidad no todos en el país están contentos con la iniciativa de Farley.
En aquella época (finales del siglo XIX y primeros años del XX), Francia se dividió en partidarios de Dreyfus, que también eran defensores del progreso, y opositores, antisemitas y reaccionarios. Durante el juicio, tras presenciar el virulento antisemitismo en las calles de París, un periodista vienés llamado Theodor Herzl se convenció que los judíos necesitaban su propio Estado.
Dreyfus fue condenado en 1894 por espionaje y traición, se le dio cadena perpetua y fue enviado a cumplir su condena en la Isla del Diablo. Después de varios años se reveló quién había sido el verdadero traidor que espiaba para Alemania, pero Dreyfus fue nuevamente declarado culpable tras un segundo juicio en 1899. Solo siete años después, Dreyfus fue completamente absuelto gracias a un indulto presidencial.
Portada de la revista Le Petit Journal del 13 de enero de 1895, donde se ilustraba la ceremonia de degradación de Dreyfus. Título: “El Traidor”.
El ejército francés ha sido lento para reivindicar el nombre del oficial judío. Por ejemplo, cuando un escultor intentó colocar una estatua de Dreyfus en el patio del Tribunal General francés, la idea fracasó y la estatua fue colocada en el Museo Judío.
El ministro de Defensa, quien quiere advertir sobre la actual ola de antisemitismo que recuerda a aquella Francia, anunció su intención de otorgar a Dreyfus el rango de general junto a una declaración para honrar a los deportados judíos por la policía francesa a los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.
El director de cine Roman Polansky, quien acaba de rodar una nueva película sobre el caso, dice: “Cuando pienso en Alfred Dreyfus, cuando leo en el muro conmemorativo los nombres de niños judíos deportados a Auschwitz (más de 4.000 niños fueron deportados de Francia a los campos de exterminio), ¿cuál habría sido el futuro de esos niños si no se los hubieran robado? 120 años después del juicio, el ejército francés debe mirar su historia; 120 años después, el ejército aún puede dar a Dreyfus todo el respeto y todos los años que le quitó. Yo personalmente me ocuparé de eso”. El próximo mes se presentará el filme de Polansky en el Festival de Cine de Venecia.
Redacción NMI con información de Hatzad Hashení.