El pasado 10 de marzo, la reconocida economista Ruth de Krivoy fue incorporada como miembro honorario de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Este es un nuevo motivo de orgullo para nuestra comunidad, y una buena oportunidad para conocer, de su propia voz, los rasgos que han definido su larga y fructífera trayectoria
Sami Rozenbaum
1. ¿Cuáles considera los valores, principios y experiencias familiares que influyeron en la escogencia de su proyecto de vida profesional y académica?
Mi carrera profesional refleja los valores que me trasmitieron mis padres: integridad, responsabilidad, conciencia social y respeto por los derechos humanos.
Mis padres llegaron a Venezuela huyendo del nazismo, y apreciaron en toda su intensidad la posibilidad que les ofreció Venezuela para radicarse aquí, ser respetados y vivir en paz. Venezuela les dio la bienvenida, al igual que a los muchos judíos que vinieron en busca de libertad y oportunidades, y premió sus esfuerzos. Ese fue un sentimiento muy poderoso que me trasmitieron.
Tuve profesores en el Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik” que fueron unos verdaderos maestros, al trasmitir la importancia de la civilidad y el esfuerzo de superación.
El estudio de la economía me permitió apreciar y aprender las implicaciones sociales de lo económico, y el impacto de las decisiones de política económica que adoptan los gobiernos. La oportunidad de entrar a trabajar en el Banco Central de Venezuela cuando era estudiante de Economía, guiada por mi profesor de Teoría y Política Monetaria, el doctor Ernesto Peltzer —quien en ese entonces era el Consejero Económico del Instituto—, me enseñó a apreciar y valorar la importancia de esa institución para la vida de la sociedad. Mi carrera en el Banco Central de Venezuela marcó mi vida profesional.
2. ¿Qué recuerdos guarda con más afecto de la comunidad judía venezolana?
Aprecio la diversidad y el sentido comunitario de la comunidad judía venezolana, el énfasis en la educación, la tzedaká, y el cuidado de los mayores. Ha evolucionado con el tiempo, pero sus valores están incólumes.
3. ¿Qué diferencias observa entre la economía mundial de la época en que presidió el Banco Central de Venezuela, y la actual?
La economía mundial hoy en día está más globalizada y más interconectada, y el destino de los países es más interdependiente. Hay mucha más conciencia de los riesgos ambientales, y la clara percepción de que el espacio del petróleo se reduce progresivamente. Será desplazado por fuentes de energía limpia.
También está más claro que la clave del éxito de los países está en su capacidad de competir con inteligencia, diversificando sus economías, y exportando productos y servicios de alto valor agregado que tengan demanda en los mercados. Atrás quedó la realidad en la cual los dueños del petróleo se sentían dueños del mundo.
4. ¿Qué significa para Ud. haber sido designada miembro honorario a la Academia de Ciencias Económicas?
Es un honor y distinción que agradezco. La Academia es una institución independiente, de carácter público, surgida del interés y necesidad de profundizar en el desarrollo de los estudios económicos en el país. Es un foro para el debate constructivo en torno a los retos que enfrenta la economía venezolana y las estrategias para lograr el desarrollo económico y social, y mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
5. ¿Cuál cree que debe ser el papel de las academias en el mundo de hoy, y en un país como Venezuela? ¿Cómo se podría lograr que la opinión de los expertos sea más tomada en cuenta por quienes tienen poder de decisión?
Las academias están llamadas a servir como centros de debate y difusión del saber, articuladas con los institutos de investigación, las universidades, los think tanks. Es una tarea permanente.
En cuanto a su pregunta sobre cómo lograr que la opinión de los expertos sea más tomada en cuenta por quienes tienen poder de decisión, ese es el reto más complejo en todos los campos del saber, en todo el mundo. Las decisiones de políticas públicas están en manos de los políticos, y sus decisiones se guían por los incentivos de alcanzar y retener el poder. Son más permeables a los planteamientos técnicos quienes son más sensibles al destino del ciudadano común, valoran la ciencia y respetan la opinión de los expertos, cualquiera que sea el campo del saber.
Ruth Osterreicher de Krivoy
Nació en Caracas, y estudió en el Colegio Moral y Luces “Herzl-Bialik”. Cursó la carrera de Economía de la Universidad Central de Venezuela, de donde egresó en 1964 con mención Summa Cum Laude, siendo la primera mujer en lograr esa distinción en el país.
Entre sus cargos más destacados en la administración pública nacional se cuenta su ejercicio como secretaria ejecutiva de la Comisión de Estudios y Reforma Fiscal en 1980, cargo que abandonó para sumarse en 1984 a la Comisión Asesora para la Renegociación de la Deuda Pública. También ejerció la dirección del Fondo de Desarrollo Urbano.
Formó parte de la de la Comisión para la reforma del Estado (COPRE) y de la Comisión Presidencial para la Competitividad Industrial, además de ser parte del equipo del Consejo Consultivo del presidente Carlos Andrés Pérez durante su segundo gobierno (1989-1993). En 1992 fue designada presidenta del Banco Central de Venezuela, cargo que desempeñó hasta 1994, ya durante el gobierno de Ramón J. Velásquez.
Se desempeñó como docente en la UCV, en la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad de Carabobo y el Instituto de Estudios Avanzados de Administración (IESA). Ha sido conferencista invitada en diversas escuelas de Negocios de Estados Unidos, y en el Instituto del Fondo Monetario Internacional. Es consultora del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
En el ámbito privado, fungió como directiva de la Cámara de Comercio de Caracas y la Cámara Venezolano-Suiza de Industria y Comercio, y trabajó para la firma Scudder, Steven & Clark en el Consejo Asesor para Fondos Latinoamericanos.
Ha publicado una amplia obra acerca de la economía venezolana, teoría monetaria, regulaciones y crisis bancarias.
Con información de Wikipedia.org