Ver más resultados...
E l ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, afirmó esta semana durante una visita a Israel que Moscú ha aceptado crear una zona de separación de entre 10 y 15 kilómetros a lo largo de la frontera con Siria, donde no se permitirá la entrada a las fuerzas de Irán y Hezbolá.
La información se atribuye a un funcionario diplomático israelí. Según el diario londinense Asharq al-Awsat, Rusia rechazó la solicitud de Israel de que esta área de “amortiguación” midiera 40 kilómetros de ancho.
Mientras la guerra civil en Siria parece estar resolviéndose a favor del régimen de Bashar al-Assad gracias a la intervención militar de Moscú, Israel teme que Irán ayude a Hezbolá a fabricar misiles de precisión, además de contrabandear armas sofisticadas hacia el Líbano, lo que para Israel son “líneas rojas”. Pero según el diario, Shoigu dijo a los funcionarios israelíes que las tropas chiítas no se han aproximado a la frontera israelí desde que las tropas rusas entraron en el conflicto, y que la solicitud de 40 kilómetros era “exagerada”.
Rusia considera a Irán como un factor clave en la crisis siria, y ha enfatizado varias veces la importancia del rol de la República Islámica en ese país.
Horas antes de que Shoigu llegara a Israel, aviones caza de Tzáhal destruyeron una batería antiaérea siria ubicada a 50 kilómetros de Damasco, desde donde se había disparado —sin éxito— contra aviones israelíes de reconocimiento que sobrevolaban el espacio aéreo libanés.
Israel y Rusia han implementado un mecanismo de información para evitar enfrentamientos accidentales entre sus fuerzas en Siria. El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, quien se reunió en privado con Shoigu, alabó el “diálogo franco” que Israel mantiene con Rusia, y declaró: “No interferiremos en los asuntos internos de Siria, pero no permitiremos que Irán y Hezbolá conviertan a ese país en un puesto de avanzada contra Israel, o trasfieran armas sofisticadas desde Irán a través de Siria o el Líbano”.
Con información de The Jerusalem Post