En las elecciones legislativas de noviembre de 2018, resultaron electas al Congreso de Estados Unidos tres integrantes del Partido Demócrata que destacan por su juventud; en varias instancias se alabó el acontecimiento como una inyección de “sangre fresca” al parlamento estadounidense, pero las advertencias sobre sus disposiciones antisemitas, que reflejan una preocupante tendencia en ese partido, han quedado justificadas.
Es representante demócrata por Minnesota. De origen somalí y 37 años de edad, Omar es la primera mujer musulmana que logra un escaño en el Congreso estadounidense. Apoya abiertamente el movimiento BDS, y ya en 2012 había tuiteado que Israel “ha hipnotizado al mundo”, comentario por el que se disculpó y rechazó posteriormente, calificándolo como “desafortunado y ofensivo”.
Pero hace algunos días Omar se vio envuelta en una tormenta de críticas tras haber escrito varios tuits considerados antisemitas, incluso por parte de dirigentes de su propio partido. La controversia comenzó el 10 de febrero, cuando Omar respondió a un tuit del periodista Glenn Greenwald, en el que este hacía referencia a una declaración del líder de la minoría republicana en la Cámara, Kevin McCarthy, sobre que debían tomarse “acciones” contra Omar y su también congresista y copartidaria Rashida Tlaib por sus opiniones antiisraelíres.
“El líder del Partido Republicano, Kevin McCarthy, amenaza con castigar a @IlhanMN y @RashidaTlaib por sus críticas a Israel», escribió Greenwald en Twitter. “Es sorprendente cuánto tiempo pasan los líderes políticos de Estados Unidos defendiendo a una nación extranjera, incluso si eso significa atacar los derechos de libre expresión de los estadounidenses”.
En respuesta a Greenwald, Omar escribió en Twitter: «Todo es por los benjamines, nene”. “Benjamines” es la forma coloquial de referirse a los billetes de $100.
Batya Unger-Sargon, editor de opinión de The Forward, señaló que el tuit de Omar tenía connotaciones claramente antisemitas. “Me encantaría saber quién @IlhanMN cree que le está pagando a los políticos estadounidenses para que sean pro-Israel, aunque creo que puedo adivinar”, escribió Sargón en Twitter.
Omar respondió a Unger-Sargon con una sola palabra: “¡AIPAC!”
En otras palabras, según Ilhan Omar el Comité de Asuntos Públicos de Israel en Estados Unidos (AIPAC por sus siglas en inglés) compra conciencias y votos de congresistas, lo que recuerda las teorías de conspiración antisemita sobre el poder económico y político judío.
Sin embargo, debe destacarse que AIPAC no da dinero a los candidatos políticos ni a los funcionarios en funciones.
A raíz de este episodio, por el cual Omar luego se “disculpó”, la Organización Sionista Estadounidense investigó el financiamiento de la propia congresista. ¡Oh, sorpresa! Varias fuentes del dinero que ayudó a llevarla al Capitolio son virulentamente antijudías:
Representante por Nueva York, tiene 29 años de edad. Durante una entrevista de televisión el año pasado, cuando era candidata, y acusó a Israel de “masacrar” palestinos durante las “marchas del retorno” organizadas por los terroristas de Hamás. Pero cuando la entrevistadora mencionó que el propio Hamás había reconocido que la mayoría de los muertos eran miembros de ese grupo terrorista, Ocasio-Cortez balbuceó desorientada, y finalmente reconoció que desconoce el tema: “No soy experta en la geopolítica de este asunto… Solo lo veo a través de la visión de los derechos humanos y quizá no uso los términos apropiados. La política del Medio Oriente no está exactamente en la mesa de mi cocina cada noche”. A pesar de admitir su ignorancia, Ocasio-Cortez ha mantenido sus posturas antiisraelíes.
El pasado 3 de febrero, Ocasio-Cortez tuvo una casi amorosa conversación telefónica con Jeremy Corbyn, el notorio líder antisemita del Partido Laborista británico. “Es maravilloso hablar por teléfono con [Alexandria Ocasio-Cortez] esta noche, y escuchar de primera mano cómo está desafiando el status quo«, tuiteó Corbyn, y agregó: “Vamos a construir un movimiento a través de las fronteras, para enfrentar a los multimillonarios, los contaminadores y los que están contra la migración, para apoyar un planeta más feliz, más libre y más limpio”.
Yair Rosenberg, columnista de Tablet Magazine, tuiteó luego en la cuenta de Ocasio-Cortez: “El 85% de los judíos británicos piensa que Jeremy Corbyn es antisemita. El 87% de los judíos británicos se negó a votar por su partido en la última elección, y por una buena razón. AOC podría estar interesada en que su personal [asistente] evalúe sus llamadas con más cuidado”.
Rosenberg agregó: “Dicho de otra manera: imagina que el 85% de los musulmanes encuestados opinaran que un líder europeo en particular es islamófobo. ¿Atenderías la llamada telefónica de ese líder, y lo elogiarías como un paso hacia una mayor justicia e igualdad? Si no, por favor concédele a los judíos la misma consideración”.
De 42 años, representa al estado de Michigan y dice tener “origen palestino”. El día en que ocupó su cargo exclamó que trabajaría por “destituir a ese hijo de…” en referencia al presidente Donald Trump.
Tlaib es una activa defensora del movimiento BDS. En enero pasado, y en respuesta a un texto del senador Bernie Sanders —conocido por su odio al Estado de Israel—, acusó a los republicanos del Senado de ser “más leales a Israel que a Estados Unidos”, una imputación de doble lealtad típica del más rancio antisemitismo. El motivo fue la noticia de que esos congresistas están preparando un proyecto de ley que sancionaría a las empresas que participen en BDS en todo Estados Unidos.
Con información de The Algemeiner, The Jewish Press, Fox News, The Times of Israel, Jewish News Syndicate y Wikipedia.
La semana pasada tuvo lugar en Varsovia, Polonia, la Conferencia para la Paz y la Seguridad en el Medio Oriente. Uno de los hechos más destacados de este encuentro fue que los países árabes no tuvieron ningún problema en participar abiertamente junto a Israel, que estuvo representado por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
La cumbre fue patrocinada por Estados Unidos con el objetivo de establecer una coalición regional e internacional contra Irán. El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró durante el evento que Irán “solo puede ser detenido por la fuerza”, es decir, con una determinación colectiva y un enfoque proactivo, a través de sanciones económicas dolorosas o una campaña militar. Por esta razón, el punto de atención durante la cumbre se centró principalmente en Israel, no necesariamente en Irán. Los medios árabes e internacionales describieron correctamente a Israel como el gran ganador de la cumbre, pero además como un actor principal entre bastidores y en los desarrollos regionales que probablemente se producirán.
Esto tiene implicaciones de gran alcance para las relaciones de Israel con el mundo árabe. Los países sunitas, principalmente los Estados del Golfo, se mostraron dispuestos a aceptar a Israel como un socio e incluso un líder en la lucha regional contra Irán.
Israel es hoy percibido en el mundo árabe como una potencia militar y económica con influencia en el escenario internacional, específicamente en Washington. También se percibe que no le teme a un conflicto directo con Irán y, por lo tanto, como un socio deseable. En otras palabras, los árabes necesitan que Israel ayude a estabilizar la región.
Todo esto evidencia nuevamente que el tema palestino ha perdido prominencia en el mundo árabe, pues ya no impide el avance de las relaciones con Israel. Por ejemplo, el presidente egipcio Abdel-Fatah al-Sisi confirmó sin reservas que su ejército y Tzáhal están colaborando estrechamente para erradicar a los terroristas islamistas de la península del Sinaí, mientras que Jordania depende casi completamente de Israel para el agua y el gas natural que consume.
A partir de un artículo de Eyal Zisser en Israel Hayom.
Polonia canceló oficialmente la visita de su ministro de Relaciones Exteriores a Israel, lo que llevó a la cancelación de una cumbre entre países de Europa Oriental y el Estado judío, luego de que el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yisrael Katz, —quien hacía pocas horas había sido designado a ese cargo por el primer ministro Netanyahu— dijo que “los polacos succionan el antisemitismo de la leche de sus madres”.
Se suponía que el canciller polaco viajaría a Israel el 18 de febrero para participar en una cumbre en Jerusalén del llamado Grupo de Visegrado, que comprende a Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó los comentarios de Katz como “racistas e inaceptables“. El embajador de Polonia en Israel también criticó al líder israelí y escribió en Twitter: “Es realmente asombroso que el recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores de Israel cite un comentario tan vergonzoso y racista. Absolutamente inaceptable”.
La decisión de Polonia de no participar en la cumbre significa que los encuentros celebrados el 19 de febrero entre los jefes de los otros tres gobiernos y Netanyahu fueron reuniones bilaterales, y no estuvieron bajo la rúbrica del Grupo de Visegrado, conocido también como “V4”.
La crisis diplomática entre Polonia e Israel comenzó durante la Cumbre de Varsovia, cuando Netanyahu, mientras visitaba el Museo de Historia de los Judíos Polacos, comentó negativamente la ley polaca que prohíbe siquiera decir que Polonia, como Estado o como nación, colaboró con los nazis durante el Holocausto. Tras la molestia que esto causó en el gobierno polaco, Netanyahu dijo que sus palabras habían sido mal citadas y el asunto pareció zanjado.
Pero entonces Yisrael Katz fue entrevistado en el canal i24News para comentar este episodio, y añadió más leña al fuego: “Eso es lo que dijo [el ex primer ministro] Itzhak Shamir al mencionar que fueron polacos quienes asesinaron a su padre: ‘los polacos succionan el antisemitismo con la leche materna’. Nadie nos dirá cómo recordar a nuestros caídos”.
Siete diputados del Partido Laborista británico, varios de ellos judíos, anunciaron el 18 de febrero que formarán un nuevo grupo parlamentario independiente, debido a los reiterados “comportamientos antisemitas” de sus miembros y a su desacuerdo con la gestión laborista del Brexit.
«Esta ha sido una decisión muy difícil, dolorosa pero necesaria», dijo una de las diputadas, Luciana Berger, en una rueda de prensa en Londres, expresando sus críticas al liderazgo del socialdemócrata Jeremy Corbyn.
La legisladora, que ha sido víctima de numerosos ataques, agregó que ella personalmente deja el partido por considerarlo «institucionalmente antisemita», debido a la debilidad del líder al abordar ese tipo de incidentes a nivel interno. «Ahora estoy avergonzada de representar al Partido Laborista», agregó.
La principal fuerza política de oposición en el Reino Unido enfrenta desde hace meses acusaciones de delitos de odio antisemita, que incluso llevaron a la apertura de una investigación. La policía de Londres afirmó haber recibido un informe que reúne 45 posibles casos de antisemitismo, entre los cuales hay ejemplos de mensajes de odio publicados por miembros de esa formación en las redes sociales.
Por su parte, el parlamentario Mike Gapes explicó que abandona la formación por “la traición a Europa” que según él cometen los laboristas. “Estoy furioso de que el liderazgo [laborista] sea cómplice en facilitar el Brexit”, agregó. La lista de renunciantes también incluye a Chuka Umunna, quien llevaba adelante una campaña a favor de una nueva votación sobre la salida del Reino Unido del bloque regional.
Con información de Infobae.com