Revoltillo electoral en Israel
El próximo 9 de abril se llevarán a cabo en Israel las elecciones para la 21ª Knesset. Desde que se hizo el anuncio, parece que todos los partidos hubiesen sido metidos en una licuadora. En cuestión de días cambió el panorama político del país, de por sí caracterizado por la fragmentación.
Casi inmediatamente se produjo una división en la derecha: Naftali Bennett (ministro de Educación) y Ayelet Shaked (ministra de Justicia) salieron del partido Habait Hayehudí (“Hogar judío”) y formaron su propio partido, denominado Yemin Hajadash (“Nueva derecha”), de corte nacionalista, el cual según afirman dará cabida tanto a religiosos como seculares, lo que algunos analistas consideran virtualmente un “segundo Likud”.
También hubo una división en la centro-izquierda: Avi Gabay, líder de la agrupación Unión Sionista, dijo a Tzipi Livni ante las cámaras de la televisión, y al parecer sin previo aviso: “Tzipi, te deseo mucho éxito en las elecciones, en cualquier partido en el que estés”. Así, el Partido Laborista se separó del grupo Hatnuá de Livni.
También la “Lista Conjunta” de los partidos árabes se desintegró, para sorpresa de muchos. Mientras tanto, los partidos ultraortodoxos anuncian que se unirán en un solo movimiento, aunque eso está por verse dadas las profundas divisiones ideológico-dogmáticas que existen entre ellos.
El gran fenómeno de la campaña electoral ha sido Benny Gantz, quien fuera Jefe de Estado Mayor. Gantz decidió incorporarse a la política con el nuevo partido Jósen LeIsrael (“Resiliencia para Israel”). Los sondeos pronostican que esta podría convertirse en la tercera, y quizá hasta la segunda fuerza política en los comicios, lo que es tanto más sorprendente por el hecho de que Gantz apenas ha hecho declaraciones.
Al momento de cerrar esta edición, el Likud era el partido al que se le pronosticaban más escaños, pero —como siempre— lo más difícil será formar una coalición, y la gran incógnita es a quién solicitará el presidente Reuven Rivlin la formación del nuevo gobierno.
Cambio de mando en Tzáhal
El 15 de enero, el teniente general Gadi Eisenkot finalizó su período de cuatro años como Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, y fue reemplazado por el mayor general Aviv Kojavi.
En un discurso reciente, Eisenkot defendió a Tzáhal de recientes críticas por su “insuficiente acción” contra el terrorismo en Cisjordania y, sobre todo, en la frontera con la Franja de Gaza. Explicó que el objetivo principal ha sido, durante los últimos años, frustrar la mayor amenaza existencial contra el Estado judío: los esfuerzos de Irán para establecer una presencia militar permanente en Siria, es decir junto a Israel, además de la que ya tiene en el Líbano por medio de Hezbolá.
Eisenkot reconoció que las Fuerzas de Defensa de Israel no le dieron a los israelíes, especialmente a los que viven cerca de Gaza, un “sentimiento de seguridad”, pero indicó que esto se debía en parte al hecho de que la población civil desconoce la mayoría de las actividades militares.
Si bien el jefe del ejército advirtió sobre las amenazas, su discurso fue en general optimista sobre la situación de seguridad del Estado judío. “Creo que podemos mirar con orgullo cómo el país ha crecido y prosperado en el último año, a pesar de los grandes desafíos que enfrenta desde Irán, desde Siria, desde el Líbano, desde Judea y Samaria, desde Gaza, y por parte de grupos terroristas internacionales. Israel posee una gran disuasión hacia nuestro entorno, en términos de la forma en que irradiamos el poder y cómo somos vistos por nuestros enemigos. Israel tiene superioridad de inteligencia, superioridad aérea, superioridad naval, superioridad cibernética. [Los enemigos del país] experimentan esto”, expresó.
Sin dar más detalles, Eisenkot también dijo que Israel desempeñó un papel clave en la lucha contra el grupo terrorista ISIS. “La contribución israelí a la derrota del Estado Islámico es mucho mayor de lo que ven los medios y el público. Puedo decir esto hoy. No me pareció correcto decirlo en 2015, 2016 o 2017”.
El comandante saliente también se refirió brevemente al reciente anuncio de la Casa Blanca de que retirará sus tropas de Siria, lo que podría permitir a Irán distribuir sus armas y combatientes más fácilmente por todo el Medio Oriente, Eisenkot indicó que este es un “evento significativo”, pero no un problema cuya importancia deba ser exagerada. “Hemos estado trabajando en forma independiente en este frente durante décadas, incluso durante la presencia estadounidense y rusa en la zona”, dijo Eisenkot.
Israel continúa demoliendo instalaciones iraníes en Siria
Durante las últimas semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado cabo varios ataques contra depósitos de armas y otras instalaciones militares de Irán en territorio sirio, y la nueva política del gobierno israelí es reconocer y difundir información al respecto.
Un funcionario militar israelí confirmó el 26 de diciembre que bombardeos de Tzáhal habían destruido varios objetivos relacionados con la trasferencia de armas iraníes a Hezbolá, e imágenes de satélite mostraron que el ataque fue devastador: un gran depósito de aproximadamente 2400 metros cuadrados, ubicado cerca de Damasco, resultó arrasado. Las defensas aéreas sirias dispararon 30 misiles en respuesta al ataque, pero los aviones israelíes no sufrieron ningún daño; una batería antiaérea siria resultó destruida.
Posteriormente, el 11 de enero, Israel efectuó un nuevo ataque a depósitos iraníes en el aeropuerto de Damasco. Según el diario kuwaití Al-Jadira, este ataque se planificó para que coincidiera con una reunión que se realizaba entre comandantes de Hezbolá, de Siria y de la Guardia Revolucionaria iraní, con el fin de discutir un plan conjunto de Rusia y Turquía para atacar al grupo yijadista al-Nusra, afiliado a al-Qaeda, en la ciudad siria de Idlib. Según la fuente, varios asistentes a esa reunión resultaron seriamente heridos.
El primer ministro Benjamín Netanyahu confirmó el bombardeo durante la reunión de gabinete del 14 de enero, mientras que Al-Manar, el canal de televisión de Hezbolá, señaló que este ataque cubrió un área más amplia de lo usual, abarcando desde el suburbio de Dmeir en Damasco hasta la villa de Dimas cerca de la frontera libanesa.
Israel señaló que durante los últimos dos años ha llevado a cabo cientos de operaciones de este tipo contra objetivos iraníes destinados a depósitos y logística, y que las fuerzas iraníes están operando a menos de 80 kilómetros de la frontera de Israel, a pesar de que Rusia aseguró que no sería así. Netanyahu ha reiterado que Israel no permitirá que Irán establezca una presencia militar permanente en Siria, ni ahora ni cuando finalice la guerra civil.
Tzáhal afirma haber destruido todos los túneles de Hezbolá
Tras más de un mes de trabajos subterráneos en varios puntos cercanos a la frontera con el Líbano, Tzáhal anunció el 13 de enero el final de la operación “Escudo del Norte”, iniciada el 4 de diciembre y destinada a detectar y destruir los túneles excavados por el grupo chiíta libanés Hezbolá hacia territorio israelí.
Según el teniente coronel Jonathan Conricus, el sexto túnel destruido por Israel había sido excavado desde una vivienda particular en la localidad libanesa de Ramyah. “Se trata del más grande, preciso y sofisticado túnel hallado durante la operación, con una profundidad de 55 metros, una altura de casi dos metros y una longitud de centenares metros en el Líbano y decenas dentro de nuestro territorio”.
(…) «Hemos notificado la detección del túnel a la Finul (Fuerza de Interposición de la ONU en el sur del Líbano). Esperamos que el gobierno libanés se haga responsable de cualquier intento de ataque o penetración en nuestro territorio. Los túneles de Hezbolá constituyen una grave violación contra la soberanía de Israel y la resolución 1701 de la ONU, que prohíbe la presencia de Hezbolá en el sur del Líbano», concluyó Conricus, insinuando una advertencia cada vez más habitual en la cúpula militar y política de Israel que puede resumirse así: “El ejército libanés colabora con Hezbolá o permite sus acciones, y por tanto no quedará excluido en caso de una nueva guerra con Hezbolá”.
Israel también ha acusado a la propia Finul de hacerse de la vista gorda, e incluso colaborar con Hezbolá en la construcción de los túneles, al suministrarles la información que Israel proporciona al organismo internacional.
Por otra parte, el jefe de Estado Mayor saliente de Israel, Gadi Eisenkot, afirmó semanas atrás que los túneles formaban parte de un plan de Hezbolá para conquistar territorio israelí en la Galilea, tomando una franja de cinco kilómetros en el norte del país para conseguir “un logro histórico contundente”. El plan del grupo terrorista era utilizar los túneles como un componente sorpresa para una futura guerra con Israel. Hezbolá infiltraría cientos de combatientes a través de los túneles, junto con tropas que penetrarían por la superficie, acompañadas por una gran descarga de cohetes y morteros para evitar que las Fuerzas de Defensa de Israel llegaran a la zona.
Al referirse a su plan como “grandioso”, el ex jefe del ejército dijo que Hezbolá lo consideraba similar al lanzamiento sorpresa de la Guerra de Yom Kipur de 1973 por Siria y Egipto, que sorprendió a Israel con la guardia baja. “Nos enteramos de este plan hace cuatro años y nos dispusimos a frustrarlo”, dijo Eisenkot.
Uno de los casos más dramáticos fue la destrucción, en 26 de diciembre, de un túnel que comenzaba en la localidad de Kafr Kila, junto a la frontera israelí. Los ingenieros de Tzáhal sellaron el túnel con cemento líquido, el cual luego se vio brotar en grandes cantidades del otro lado de la frontera, desde una instalación que se hacía pasar por una granja avícola; varias calles de Kafr Kila quedaron cubiertas de cemento.
Israel no ha revelado la naturaleza de la tecnología utilizada para detectar los túneles, que se supone es la misma que está empleando en la frontera con la Franja de Gaza para contrarrestar la amenaza subterránea de Hamás, el grupo terrorista que controla ese territorio.
Egipto también destruye túneles
Durante el año 2018, el ejército egipcio destruyó 37 túneles trasfronterizos que unían la Franja de Gaza con la Península del Sinaí, inundándolos con agua de mar o aguas residuales. Además, ha destruido cientos de hogares en el lado egipcio de Rafah para eliminar los túneles; por cierto que ello no ha ocasionado protesta alguna de organismos o medios internacionales.
El ejército egipcio comenzó a tomar medidas enérgicas contra los túneles que se extendían desde el enclave costero controlado por Hamás hacia la península, tras el golpe de Estado de septiembre de 2013 en el que fue derrocado y encarcelado Mohamed Mursi, líder de los Hermanos Musulmanes. El año pasado, el ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, testificó contra Mursi y afirmó que El Cairo no sabía que unas 800 personas armadas habían cruzado hacia el norte del Sinaí a través de los túneles de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel también destruyeron recientemente un túnel que se extendía desde Gaza hacia el Mediterráneo, lo que habría permitido a los terroristas ingresar en uno de sus puestos militares en el norte de la Franja y salir al mar sin ser detectados para cometer ataques en territorio israelí.
Israel ha completado 27 kilómetros de una barrera subterránea diseñada para bloquear túneles; esta barrera también se extenderá hacia el Mediterráneo, para evitar la infiltración de Hamás desde el mar.
Encuesta de CNN muestra realidad del antisemitismo en Europa
Hace varias semanas, el canal internacional CNN difundió, en un documental titulado “Una sombra sobre Europa”, los resultados de un estudio encargado a la firma ComRes sobre el antisemitismo en varios países europeos. Los hallazgos de la investigación, que causaron impacto a escala global, confirman que los prejuicios con respecto a los judíos se mantienen en un nivel alto en Europa a tres cuartos de siglo del Holocausto, y que ese hecho histórico no es bien conocido entre los jóvenes, a pesar de que aún viven en ese continente decenas de miles de sobrevivientes y testigos presenciales.
La encuesta se aplicó en septiembre de 2018 a 7.092 adultos de Francia, Alemania, Polonia, Hungría, Suecia, Austria y el Reino Unido, y fue prorrateada para que la muestra fuese representativa de cada país en cuando a edad, género y región. Los resultados pueden sintetizarse así:
Sorpresa: delegaciones de Iraq visitaron Israel
De manera sin precedentes, tres delegaciones de líderes locales de Iraq han visitado Israel en meses recientes. Los grupos estuvieron integrados por 15 personas que se reunieron con funcionarios del gobierno, académicos, e incluso visitaron el memorial de Yad Vashem, según informó el 6 de enero Hadashot TV.
Iraq está técnicamente en guerra con Israel, apoya firmemente el boicot de la Liga Árabe contra el Estado judío, y sus pasaportes no son válidos para visitarlo. Los viajes fueron designados como “no oficiales”, “de naturaleza social y cultural”, y se llevaron a cabo en secreto, en parte para no antagonizar con los vecinos iraníes de Iraq. Las delegaciones provenían de Bagdad y sus miembros, calificados como “influyentes”, fueron tanto chiítas como sunitas.
Los visitantes también se reunieron con organizaciones relacionadas con la herencia judía de Iraq. El objetivo fue “construir bases para vínculos futuros” entre Iraq e Israel, en el que esos delegados fungirán como “una especie de futuros embajadores” de Israel en su país.