Conocí al rabino Cohen en 1977, a mi regreso de Filadelfia al término de mis estudios de doctorado. Para ese momento yo no detentaba ningún cargo en la Asociación Israelita de Venezuela; lo conocí como cualquier otro miembro de la institución.
Era un joven de apenas 23 años, diferente de otros rabinos que había conocido en cuanto a que también poseía su título de Licenciado en Lenguas Semíticas (mención hebrea), obtenido en la universidad francesa de La Sorbona.Fue el inicio de una amistad que ha perdurado todo este tiempo, y que se fue profundizando durante mi paso como presidente de la Asociación Israelita de Venezuela. Me tocó tratarlo prácticamente a diario en las múltiples actividades comunitarias propias de una organización como la AIV.
Una cualidad resaltante del rabino Cohen es su espíritu de superación y su inventiva para presentar nuevas actividades. Cabe mencionar que cuando creamos la Dirección de Juventud en la AIV, él fue un factor determinante en el éxito de esta actividad, que perduró varios años.
En sus tareas como rabino es propio recordar que se ha desempeñado entre nosotros como Shaliah Sibbur, conduciendo con gran destreza los oficios religiosos diarios y en las grandes festividades. También lo ha hecho como shojet y mohel. Por sus conocimientos ha actuado tanto en bodas como en divorcios, redactando en hebreo los documentos correspondientes.
Otra actividad que realiza con frecuencia es el dictado de shiurim sobre variados temas religiosos, los cuales son muy bien acogidos en nuestra comunidad.
En estos 40 años ha logrado mantener las actividades religiosas dentro de la AIV y nos ha brindado sus conocimientos a través de una serie de libros que ha publicado y que dan fe de sus conocimientos profundos de la religión judía y de cómo trasmitirlos en forma sencilla al público lector.
El rabino Cohen tiene un profundo amor por Israel, y en todas sus charlas, escritos o en forma personal se define como un rabino ortodoxo y sionista. Viaja todos los años a Israel durante el Omer para refrescar sus conocimientos y adquirir otros nuevos; esto también le ha permitido conocer a numerosas personalidades de Israel, tanto del mundo político como del religioso.
Cuarenta años en el desempeño de una función religiosa traen a la mente no solo recuerdos, sino la oportunidad de reflexionar sobre lo hecho. Isaac Cohén puede estar satisfecho: ha cumplido consigo mismo y con su comunidad.
«En honor al rabino Isaac Cohen: el significativo número 40», por el Rabino Chaim Raitport
«Cuarenta, por ahora», por Elías Farache S.
«Mis sinceras y cálidas felicitaciones», por Moisés Carciente
«Cuarenta años de servicio comunitario», por Salomón Cohen Botbol
«La decisión de un líder», por Rabino Samuel Garzón
ENTREVISTA / Rabino Isaac Cohen “Todavía tengo muchas cosas por delante que quiero cumplir”