Ana Jerozolimski*
Una entrevista a la experta israelí Galia Lindenstrauss
El término Nagorno-Karabaj, la zona separatista armenia dentro de la república musulmana de Azerbaiyán, seguramente muchos lo conocen. Y en los últimos días, a raíz del nuevo estallido del conflicto entre las partes, el tema vuelve a ocupar algunos titulares de la prensa mundial. A nosotros nos toca en especial el hecho de que, según se ha informado, Israel vende armas a Azerbaiyán, que Baku utiliza contra blancos armenios. Para entender más a fondo qué está ocurriendo y también la arista israelí en este complejo triángulo, nos dirigimos a la doctora Galia Lindenstrauss, una de las destacadas investigadoras del INSS (Instituto de Estudios de Seguridad Nacional) de Tel Aviv, el más destacado centro de investigación de política y seguridad de Israel.
Lindenstrauss se especializa en la política exterior de Turquía y en conflictos étnicos, política exterior de Azerbaiyán, el tema de Chipre y los kurdos. Ha escrito ampliamente sobre estos temas, publicando tanto en Israel como en tribunas internacionales, incluyendo en Turquía. Cursó un doctorado en Relaciones Internacionales en la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha dictado cátedra en esa universidad y en el Instituto Interdisciplinario de Hertzlia.
Los presidentes de Israel y Armenia, Reuven Rivlin y Armen Sarkissian, reunidos en enero de 2020 en la residencia presidencial israelí en Jerusalén
(Foto: GPO)
P. Galia, desde hace días oímos informaciones sobre una nueva guerra entre Armenia y Azerbaiyán por la región separatista Nagorno-Karabaj. ¿Cómo explicar el trasfondo?
R. Aunque la mayoría de los habitantes de esa región son armenios, en 1921 Stalin, Comisario Ruso para Asuntos Nacionales, decidió que Nagorno-Karabaj sería una zona autónoma dentro de Azerbaiyán y no dentro de Armenia. En 1988, entre otras cosas en respuesta a la glasnost y la perestroika de Gorbachov, los armenios en dicha región se levantaron y exigieron unirse a Armenia. Con ello comenzó un conflicto violento entre las partes, que duró entre 1988 y 1994. En medio de ese período, en 1991, los armenios declararon la independencia de Nagorno-Karabaj y luego conquistaron otras partes de Azerbaiyán. Hoy en día controlan aproximadamente el 14% de Azerbaiyán.
La guerra de estos últimos días es en Nagorno-Karabaj mismo ¿verdad? O sea, no en el territorio de la República de Armenia propiamente dicha.
La mayoría de las rondas de violencia entre las partes fueron en Nagorno-Karabaj. En julio de este año también hubo unos incidentes violentos en el triángulo de fronteras entre Armenia, Azerbaiyán y Georgia. En el estallido actual la mayor parte de la violencia es dentro de la región en disputa, pero también salpica hacia afuera. Los azeríes acusan entre otras cosas a las tropas armenias de haber bombardeado la segunda ciudad de Azerbaiyán.
¿Cómo se puede resumir lo que ha ocurrido hasta ahora desde el último estallido de las hostilidades?
Aunque ambas partes se acusan mutuamente por el estallido de la violencia, hay indicios de que era una ronda de violencia programada por Azerbaiyán con el apoyo de Turquía. Se trata de los choques más graves entre las partes desde 1994, y parecería que dado que la atención mundial está concentrada ahora en otros temas, los esfuerzos de mediación no resulten suficientes para ponerles fin.
¿Cómo definir este conflicto: étnico o religioso? En realidad, también puede ser ambas cosas a la vez.
Es ante todo un conflicto étnico, aunque ambos países se diferencian también desde un punto de vista religioso.
El acercamiento en las relaciones entre Israel y Armenia, que llegaron a su punto más alto al ser enviado por primera vez un embajador armenio a Israel este año 2020, es un hecho que debe ser destacado, precisamente por la historia de persecución y Shoá que ambos pueblos han vivido
Armenia es cristiana y Azerbaiyán musulmana.
Exacto. Además, vemos que Irán apoya a Armenia a pesar de ser un Estado cristiano. Y Azerbaiyán, como parte del legado soviético, pone énfasis en ciertos aspectos del secularismo.
¿Se puede hablar aquí de “buenos y malos”? ¿De un lado que tiene razón y otro que no, o de un agresor y una víctima? ¿O es mucho más complicado?
En los años especialmente álgidos del conflicto, entre 1988 y 1994, cientos de miles de personas quedaron desplazadas en ambas partes. Ambos lados incurrieron en casos de limpieza étnica. Los armenios tienen razón al decir que ellos son la mayoría en la zona de Nagorno-Karabaj, pero por otro lado tienen razón los azeríes al decir que es muy problemático cambiar fronteras que fueron fijadas en la época soviética. Por ende, yo diría que no se puede hablar aquí de una parte que tiene razón, sino que ambas partes han sufrido por este conflicto y que el problema de los desplazados de ambas partes aún es muy doloroso.
Aunque en parte ya lo has mencionado ¿cómo explicar el papel que juegan aquí Turquía e Irán?
A lo largo del conflicto, Turquía siempre fue aliada de Azerbaiyán e Irán aliada de Armenia. El apoyo turco a Azerbaiyán se puede explicar por la cercanía étnica turca a los azeríes y el desmentido turco del genocidio armenio.
Desmentido, evidentemente, que falta a la verdad histórica. Bien sabemos que los turcos perpetraron el genocidio armenio.
Eso por un lado. Por otro, el apoyo de Irán a Armenia se puede explicar por el hecho de que hay una minoría azerí de grandes dimensiones en Irán, y allí se teme que quiera unirse con Azerbaiyán. Por lo tanto Teherán teme que Azerbaiyán se fortalezca demasiado.
Israel ve la cooperación con Azerbaiyán como un elemento clave en la estrategia destinada a frenar a Irán
Increíbles las alianzas que surgen. Galia, la pregunta que a mi modo de ver es la más difícil y dolorosa de todas: ¿qué tiene que ver Israel con este conflicto?
En los años 90 se desarrollaron relaciones entre Israel y Azerbaiyán, como parte del triángulo de relaciones también con Turquía, alentadas por Washington. El hecho de que Irán es una amenaza común tanto para Israel como para Azerbaiyán, aportó a que ambos países desarrollen y fortalezcan sus relaciones. Dado que Israel percibe la amenaza iraní como un tema existencial, le da una importancia especial a la cooperación entre Israel y Azerbaiyán.
Según se ha informado en los últimos días, aunque el Israel oficial no lo confirmó en ningún momento, Israel vende armas a Azerbaiyán. Imagino que las consideraciones no son la ganancia de la venta.
Azerbaiyán es uno de los grandes clientes de las industrias de seguridad de Israel. Hay algo de fondo que debe entenderse respecto a la venta de armas. Dados los numerosos desafíos de seguridad con los que lidia Israel, no puede basarse solo en la posibilidad de comprar armas a otros, sino que precisa tener sus propias industrias de seguridad. Todos los países que avanzaron en este campo de desarrollo armamentista —y para Israel esto es una necesidad clave— también venden armas. Pero además, está el tema que ya mencioné: Israel ve la cooperación con Azerbaiyán como un elemento clave en la estrategia destinada a frenar a Irán.
Siguiendo la misma línea, quisiera plantearte una pregunta sobre consideraciones morales en tiempos de guerra. Está claro que Israel no puede alegar que vende armas a Azerbaiyán pero no para que las use contra Armenia, con quien Israel también tiene relaciones diplomáticas. ¿Crees que Israel debería evitar vender armas a un país que está en conflicto con Armenia, por el hecho de que el pueblo armenio, al igual que el pueblo judío, fue víctima de un genocidio?
El acercamiento en las relaciones entre Israel y Armenia, que llegaron a su punto más alto al ser enviado por primera vez un embajador armenio a Israel este año 2020, es un hecho que debe ser destacado, precisamente por la historia de persecución y Shoá que ambos pueblos han vivido. Y al haberse dado ese acercamiento, yo considero que Israel debe prestar más atención a las quejas de Armenia, que ya fueron planteadas en la conversación telefónica entre los presidentes de Israel y Armenia este lunes 5 de octubre.
Me pregunto qué está haciendo Israel del mismo lado que Turquía…
El apoyo de Israel a Azerbaiyán es contrario al interés de Irán, que apoya como ya dijimos a Armenia. Quizás sea más interesante preguntarnos si el apoyo israelí a Azerbaiyán en este momento no aporta al fortalecimiento de la posición de Turquía. En la escalada actual, podemos ver que Turquía organizó el envío de combatientes de Siria a Azerbaiyán. También fueron utilizados dispositivos aéreos no pilotados de avanzada, que Turquía abasteció a Azerbaiyán. Esta es la misma forma de actuar de Turquía en el caso de Libia, parte de la política exterior de Turquía desde el 2016, que aspira a marcar presencia de modo muy asertivo. La ayuda turca a Azerbaiyán para cambiar el statu quo puede hacer que Turquía se sienta más segura de sí misma, lo cual puede llevarle en el futuro a perjudicar también a Israel.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y Semanario Hebreo Jai.
Fuente: Semanario Hebreo Jai.
Versión NMI.