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Como rabino, a menudo me preguntan por qué es importante ser judío. Se ofrecen muchas respuestas, pero solo una de ellas es intelectualmente honesta. Algunos argumentan que el judaísmo es la religión de la ética. Otros dicen que fomenta el pensamiento libre y el diálogo abierto. Otros invocan la antigüedad y la tradición del judaísmo. A mi modo de ver, estas respuestas no son suficientes.
El judaísmo es ético ciertamente, pero también lo son muchas otras religiones. El judaísmo fomenta el diálogo abierto, pero también lo hacen muchos otros movimientos académicos, sociales y culturales. El judaísmo es la religión occidental más antigua, pero ¿qué ocurre con otras religiones aún más antiguas? Además, ¿desde cuándo la antigüedad es un criterio para aceptar una religión?
Dado que el judaísmo no es la única tradición ética, tradicional o filosófica, ¿por qué debemos mantenernos judíos? ¿Qué tiene el judaísmo que ninguna otra religión tiene?
La única respuesta honesta se puede resumir en dos palabras: monte Sinaí. Dios se le apareció a cada judío en el Sinaí y nos dio su Torá. Esta es una respuesta religiosa que requiere tener fe, eso es verdad; ¿pero qué respuesta se espera de un rabino ortodoxo?
En el momento en que una persona se afirma judío, se distingue de todos los no judíos del planeta. ¿Con qué derecho nos distinguimos? ¿Con qué derecho establecemos una diferencia entre nosotros y los demás? En virtud del pacto, que Dios hizo con nosotros en el Monte Sinaí. Dios eligió al pueblo judío, y por ello nos diferenciamos de los demás habitantes del planeta.
Abraham tenía tres años cuando descubrió su fe monoteísta. Examinó todas las posibilidades y analizó cada sistema de fe antes de llegar a su conclusión teológica. Cuando era niño, era reconocido por su excelente carácter. Como adulto, ganó fama por su moralidad, generosidad y hospitalidad.
Fue apreciado por su amabilidad y respetado por su convicción. Fue un pionero en la filosofía religiosa; un erudito del pensamiento original, incluso un revolucionario, que convirtió a miles a su forma de pensar. Fue perseguido por su fe y condenado a muerte, pero escapó milagrosamente de la ejecución.
Estos relatos fueron preservados en los anales de la tradición judía y documentados por los sabios talmúdicos, pero la Torá misma es muda en esta época de la historia de Abraham. Abraham es mencionado en la Torá cuando tiene de setenta y cinco años de edad, mucho después de que todo lo indicado ocurriese. Se hace mención del Primer Patriarca cuando Dios le ordenó abandonar su lugar de nacimiento y trasladarse a un destino no revelado. Esto ocurre porque Abraham es introducido en la Torá como el primer judío.
Hay erudición en el judaísmo, pero el judaísmo no está definido por la erudición. Hay convicción en el judaísmo, pero tampoco el judaísmo se define por la convicción. Lo mismo ocurre con la bondad, la moral y hasta la persecución. Todas estas características existen en el judaísmo, pero no definen el judaísmo.
Abraham no fue único entre las personas de su época en virtud de sus muchas cualidades. Seguramente era un hombre notable, pero no representaba una categoría en sí mismo. Él no era el padre del judaísmo. No hasta que Dios se le apareció y le dio su primer mandamiento.
Fue entonces cuando Abraham comenzó el viaje que culminó cuatrocientos años más tarde en el Sinaí. Fue entonces cuando nació el judaísmo. El padre del judaísmo seguramente requirió de todas las cualidades enumeradas anteriormente para que el judaísmo las abarque. Sin embargo, estas cualidades por sí solas no definen el judaísmo. El judaísmo es definido por Dios y su elección del pueblo judío. Eligió a Abraham en Ur Kasdim y a sus descendientes en el monte Sinaí.
Esta es la esencia del judaísmo. Sin ella no existe razón para ser judíos. Las cualidades nobles expuestas por el judaísmo están disponibles, de una forma u otra, en otras partes. El único elemento exclusivo del judaísmo es que se origina del mandato divino. Rechazarlo es rechazar el judaísmo. Abrazar el judaísmo implica separarnos, distinguirnos.
Muchos se sienten incómodos con la idea de que somos el «pueblo elegido» porque evoca matices de racismo o intolerancia. ¿Debemos apartarnos, distinguirnos? ¿No es esta una forma de racismo o intolerancia?
Hago elecciones todos los días. Decido a qué cafeterías entrar y qué boutiques patrocinar. Qué libros leer y qué música escuchar.
Cada decisión conlleva una forma de discriminación. Discriminé entre aquello que se adapta a mis gustos y lo que no.
No considero que lo que descarto sea inherentemente deficiente. No los utilizo solo porque tienen que cumplir con mis estándares y necesidades. En el momento en que alteren su estilo para adaptarse a mis gustos, los seleccionaría también. Tales decisiones son una forma de discriminación, nunca de intolerancia.
Ver una raza como inherentemente mejor que otra, es de hecho racismo, pero el judaísmo no hace tal afirmación. Los judíos no son mejores que los no judíos; su religión lo es. Cualquiera puede unirse a nuestra religión. Un no judío que se convierte al judaísmo es tan parte del Pueblo Elegido como lo es un judío biológico.
Rabino, se podría decir entonces que, la noción de una «religión elegida» podría ser cierta si Dios realmente se manifestó en el Sinaí. Pero, ¿puede probar que lo hizo?
El episodio del Sinaí es un artículo de fe, pero sugiero que consideren honestamente la siguiente línea de pensamiento. Miles de millones de personas en todo el mundo escucharon sobre lo ocurrido en el Sinaí, de sus padres. Estos padres lo escucharon de sus padres, quienes a su vez lo escucharon de sus propios padres. Esta cadena de tradición se remonta por cerca de tres mil quinientos años, pero tuvo que originarse en algún lugar y en algún momento.
¿Es razonable suponer que, en algún instante de la historia, un grupo de eruditos persuadió a toda una generación para que aceptara una fantasía hasta ahora inaudita? ¿Es razonable suponer que no se escuchó una sola voz de disidencia en ese momento? Si hubiese habido disidencia, esta seguramente se habría registrado.
En contraste, ¿es menos razonable suponer que los transmisores originales de esta tradición lo creyeron porque lo experimentaron ellos mismos?