Seth Franzman*
Los comentaristas de la radio israelí están entusiasmados con la llegada del presidente estadounidense Joe Biden. Una visita presidencial de Estados Unidos es muy importante en Israel; siempre lo es en la región también. Sin embargo, hay algo único en esta visita.
No solo el tono es único, sino que el hecho de que Biden llegue a un Israel que está en transición hacia un nuevo gobierno, y luego vaya a Arabia Saudita, es parte de un nuevo tipo de visita.
Estados Unidos ha confiado durante mucho tiempo en Arabia Saudita e Israel como socios clave en la región. Sin embargo, esta visita no tiene precedentes, porque estos países podrían tener lazos amistosos entre sí en el futuro. No está claro qué tipo de vínculos puedan surgir, pero medios extranjeros afirman que Estados Unidos respalda un pacto de defensa aérea para sus socios en el Medio Oriente. Este es un cambio radical con respecto a los viejos tiempos en los que EEUU se reunía con los saudíes o con los dirigentes del Golfo y también con Israel, pero no con todos simultáneamente.
En la década de 1980, el tema de los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudita y entre Estados Unidos e Israel era mucho más controvertido. Si bien EEUU veía a ambos como amigos clave en relación con la Guerra Fría, no los visualizaba en la misma página. La opinión predominante entonces en algunos pasillos de Washington era que Israel y el “lobby israelí” estaban sobrecargando a EEUU con una alianza que dañaba sus lazos con el mundo árabe. La controversia de la venta de aviones AWACS a Arabia Saudita en la década de 1980 fue un símbolo de ese forcejeo.
Joe Biden saluda al presidente Itzjak Herzog y el primer ministro Yair Lapid, a su llegada al aeropuerto Ben Gurión
(Foto: AFP)
Trasl finalizar la Guerra Fría y después de la Guerra del Golfo, el tema de las relaciones especiales de Israel con Washington aún estaba claro. Saddam Hussein disparó misiles Scud contra Israel para provocar a la región.
Sin embargo, varias décadas después, Israel y el Golfo se están acercando cada vez más con los Acuerdos de Abraham; considérese cómo ahora Israel podría trabajar con esos Estados en temas de defensa aérea y discusiones regionales. Además, Israel ahora forma parte en el Comando Central con EEUU.
La amenaza de los Scud ayudó a movilizar las defensas aéreas de Israel y la cooperación con Estados Unidos en materia de defensa. Hoy Biden está viendo los frutos de ese trabajo, que incluyen la Cúpula de Hierro, la Honda de David, los cohetes Arrow, y ahora la revolución en defensa láser en la que Israel está trabajando.
Esto es lo que sustenta el carácter inédito de esta visita. Se trata de una verdadera asociación estratégica entre Israel y Estados Unidos. También se trata de cimentar los Acuerdos de Abraham. Cuando la administración de Biden asumió el cargo, algunas voces expresaron su preocupación de que podría precipitarse a un nuevo acuerdo con Irán, generar tensiones con Israel y minimizar los Acuerdos de Abraham.
Estas preocupaciones estaban equivocadas. La nueva administración se basa en los marcos de los nuevos acuerdos de normalización. No hay retorno al negativismo de los años de Obama, cuando algunos en Washington presionaban para que Estados Unidos trabajara con Irán y se alejara de Israel y Arabia Saudita.
Además, existe mucha energía positiva del lado de Israel. Ya no se percibe que Israel sabotee la relación; no hay anuncios repentinos de nuevas construcciones en Cisjordania que agrien la relación. Hoy esta relación parece profunda e importante.
No hay retorno al negativismo de los años de Obama, cuando algunos en Washington presionaban para que Estados Unidos trabajara con Irán y se alejara de Israel y Arabia Saudita
Al mismo tiempo, EEUU parece alejarse de algunos de sus otros socios. La relación entre Estados Unidos y Egipto ya no es lo que era. Obama fue a Egipto, Biden aparentemente no irá. Las relaciones entre Turquía y Estados Unidos están estancadas. ¿Y qué hay de los lazos de Estados Unidos con el resto del Golfo? El año pasado, EEUU abandonó Afganistán. Eso significa que la visita de Biden realmente muestra cuán esenciales se han vuelto los lazos con Israel. Ahora esta es una relación de múltiples capas, no solo impulsada por algunos sectores en Washington.
En los viejos tiempos siempre había grupos de presión contra Israel; no hace mucho que algunos estaban trabajando para aislarlo. John Kerry y su infame «no, no, no» respecto a la paz de Israel con el Golfo es un ejemplo. Había quienes querían aislar a Israel para hacerlo dependiente y así obligarlo a hacer concesiones. No creían en presionar también a los palestinos. En cambio, los palestinos recibían un trato privilegiado, y los países que incluso habían hecho las paces con Israel tenían el privilegio de no hacer una paz verdadera.
Hoy, el privilegio que tenían los países de atacar a Israel y aislarlo parece estar desapareciendo. Esto se debe a que los días en que los países cercanos a Washington promovían el antisemitismo y el extremismo y además financiaban el terrorismo pueden estar llegando a su fin. Por supuesto, nunca es bueno hacer demasiadas predicciones positivas.
La clave es señalar que esta visita no tiene precedentes por lo positivos que se han vuelto los lazos, por cómo cimenta los Acuerdos de Abraham, cómo no está centrada en un líder israelí sino en el fuerte grupo de líderes que Israel tiene ahora; y también cómo muestra la posibilidad de que surja un bloque entre Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita. El reconocimiento en EEUU de que Irán representa una gran amenaza por su uso de drones y misiles también es claro; agreguemos ese elemento al aspecto único de esta visita.
*Corresponsal jefe sobre Medio Oriente y analista de asuntos de Medio Oriente en The Jerusalem Post.
Fuente: The Jerusalem Post.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
2 Comments
Soy dueño de lo que callo y esclavo de lo que digo.
(Proverbio Oriental).
Soy dueño de lo que callo y esclavo de lo que digo.
(Proverbio Oriental)