Miembros de Hamás ocupan la mayoría de los cargos en la administración municipal de la ciudad. Mujeres cristianas en la Autoridad Palestina y Gaza denuncian amenazas de muerte por parte de musulmanes que se oponen a su presencia en espacios públicos
Eness Elias*
Hace aproximadamente una semana, la sede de las Naciones Unidas en Ginebra proyectó la película Vía Dolorosa, que narra la historia de los cristianos en Tierra Santa. Durante la proyección, el padre Ibrahim Faltas afirmó que muchos cristianos han perdido la fe y han huido de las zonas cristianas de Jerusalén, Belén y Nazaret. Si bien muchos culpan a Israel de esta realidad, la opresión sistemática de los cristianos se ha llevado a cabo durante décadas por las autoridades palestinas en Judea y Samaria y en Gaza.
«Los ataques terroristas contra cristianos, los asaltos a iglesias, cementerios y propiedades cristianas en la Autoridad Palestina se han convertido en sucesos cotidianos, y su gravedad se intensifica claramente durante las festividades cristianas», declaró recientemente la Iglesia Ortodoxa Griega. Informes desde Gaza describen ataques contra cristianos y sus lugares sagrados (incluyendo los cementerios) perpetrados por la policía de Hamás. El jurista e investigador Justus Reid Weiner escribió en un informe de julio de 2024 para The Bitachonist: “A lo largo de una década entrevisté a decenas de cristianos palestinos víctimas de ataques. Muchos de los que entrevisté estaban demasiado asustados para contar sus historias”.
Una peregrina enciende una vela en la Gruta de la Natividad en Belén, Judea.
Foto del National Catholic Reporter (ncronline.org)
Estos no son incidentes aislados de persecución, sino una represión sistemática e institucionalizada, a menudo iniciada o respaldada por la Autoridad Palestina y Hamás. En un informe de diciembre de 2024 del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén, un pastor protestante de la Autoridad Palestina testificó que la policía palestina no protege a los cristianos.
En el informe, Sanaa Razi Nashash, mujer cristiana de Beit Jala, contó que acudió a la policía para presentar una denuncia contra un hombre musulmán que la agredió, solo para encontrar al agresor vestido de policía. Los cristianos que logran llegar a los tribunales locales rara vez reciben justicia, mientras que los perpetradores quedan impunes. En 2003, la Autoridad Palestina cerró el Ministerio de Asuntos Religiosos y anunció su intención de imponer la sharía (ley islámica) a todos los palestinos. Bajo la sharía, a los cristianos (al igual que a los judíos) se les otorga el estatus inferior de dhimmi (personas protegidas de segunda categoría), ya que no se han convertido al Islam.
Un dhimmi puede pagar un impuesto a cambio de protección contra la muerte o la esclavitud bajo la ley islámica. Sin embargo, en la práctica las autoridades palestinas persiguen a la población cristiana mediante confiscaciones sistemáticas de tierras a través de los tribunales palestinos, extorsión e incautación de negocios, y discriminación sistemática contra los cristianos en el empleo. Los cristianos son excluidos de los puestos de liderazgo en la Autoridad Palestina, y enfrentan dificultades para comprar o vender tierras y propiedades.
Sanaa Razi Nashash, mujer cristiana de Beit Jala, contó que acudió a la policía para presentar una denuncia contra un hombre musulmán que la agredió, solo para encontrar al agresor vestido de policía
Belén, considerada durante mucho tiempo una ciudad cristiana, ejemplifica estas tendencias de declive demográfico y cultural. Según el Centro de Información Cristiana, en 1950 los cristianos constituían el 86% de la población de Belén. Hasta los Acuerdos de Oslo, Belén contaba con la mayor proporción de habitantes cristianos de todas las ciudades de la zona, pero desde que la Autoridad Palestina asumió el control en 1994, la población cristiana ha disminuido constantemente. Un censo de 2017 reveló que solo el 10% de los residentes de Belén eran cristianos.
Mientras tanto, Hamás ha intervenido cada vez más en el liderazgo de la ciudad, y sus miembros ocupan la mayoría de los escaños en el ayuntamiento, en contravención de la ley palestina.
En Gaza la situación es aún peor. Desde que Hamás tomó el control de la Franja en 2007, la población cristiana se ha reducido de 5000 a aproximadamente 600 en la actualidad. Testimonios de cristianos palestinos de Gaza, recopilados por organizaciones cristianas, describen una amenaza constante a sus vidas. Algunos han informado que practican su fe en secreto, e incluso algunos se dejan crecer la barba para mimetizarse con la población musulmana, tras los informes de secuestros y conversiones forzadas al Islam. En 2016, el obispo de Gaza, Alexios, presentó una petición sobre el asunto a Ismail Haniye en nombre de la comunidad cristiana, pero no recibió respuesta.
Testimonios de cristianos palestinos de Gaza describen una amenaza constante a sus vidas. Algunos han informado que practican su fe en secreto, e incluso algunos se dejan crecer la barba para mimetizarse con la población musulmana
La situación es particularmente grave para las mujeres y niñas, que sufren agresiones sexuales y violaciones. En una inusual entrevista de 2002, Inas Jaris Hanna Musleh, profesora cristiana palestina de 23 años de la Escuela Joy de Beit Sahur, afirmó que el acoso público comenzó con el ascenso al poder de la Autoridad Palestina.
Las mujeres cristianas de la Autoridad Palestina y de Gaza también han denunciado haber recibido amenazas de muerte de musulmanes que se oponen a su presencia en espacios públicos. En 2004, una joven cristiana de 16 años fue secuestrada en Belén por un hombre musulmán cuyos familiares ocupan altos cargos en los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina. En 2020, otra joven cristiana fue secuestrada y, en 2023, una mujer de 22 años. Ambas fueron secuestradas por musulmanes, sometidas a violencia física, sexual y sicológica, y solo fueron liberadas tras una intervención internacional.
El mundo occidental prefiere poner la otra mejilla.
*Periodista.
Fuente: Israel Hayom.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
(Foto de Esso Álvarez en Exilio a la vida) Cuando estaba por cumplir 101 años de edad, falleció en Caracas...
1 Comment
Que horror! Atros, el impuesto a los no musulmanes es de la edad media!
Lamentablemente pocas voces se escuchan al respecto.
Gracias por informar