Por primera vez, una organización judía realizó un encuentro “puertas adentro” del Vaticano, sede de la Iglesia Católica.
Se trató de un histórico encuentro del Congreso Judío Mundial, que tuvo lugar los días 21 y 22 de noviembre y fue inaugurado por el papa Francisco, en un gesto inédito que incluso contó con un almuerzo con comida kosher. Líderes comunitarios judíos de más de 50 países fueron recibidos por el pontífice en el Palacio Apostólico.
El objetivo de esta reunión fue lanzar una iniciativa histórica denominada Kishreinu (en hebreo, «Nuestro Vínculo»), una hoja de ruta destinada a fortalecer los lazos judeo-católicos en todo el mundo,
Foto oficial del primer encuentro judío realizado en la Ciudad del Vaticano
Al comenzar el evento, el papa saludó a sus invitados manifestando: “Queridos amigos, les agradezco de todo corazón esta visita, que testimonia y fortalece los lazos de amistad que nos unen”, palabras que fueron recibidas con un emocionado aplauso.
“A la luz de la herencia religiosa que compartimos”, continuó Francisco, “consideremos el presente como un desafío que nos une, como un incentivo para actuar juntos. Nuestras dos comunidades de fe tienen encomendada la tarea de trabajar para que el mundo sea más fraterno, combatiendo todas las formas de desigualdad y promoviendo una mayor justicia, para que la paz no se quede en una promesa para el otro mundo sino que se convierta en una realidad presente en el nuestro”.
Kishreinu se considera una respuesta de la comunidad judía mundial a la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, que en 1965 modernizó la relación entre la Iglesia Católica Romana y el pueblo judío, eliminando la acusación de “deicidio” que se había impuesto a los judíos durante muchos siglos.
Los delegados del Congreso Judío Latinoamericano
El presidente de Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, en un discurso en el Aula Pablo VI que se usa para efectuar los sínodos, señaló: “Hoy estamos ansiosos por promover nuestro vínculo con la Iglesia Católica. Hoy, lanzamos el proceso de Kishreinu, que refuerza nuestro futuro común. Presenta una nueva etapa en el vínculo católico-judío”.
Lauder también expresó su gratitud a la Iglesia Católica en esta época de crecientes expresiones de odio hacia los judíos en todo el mundo. “No lo ignoramos. No olvidamos. Pero miramos juntos hacia adelante. Y qué mejor que todos los hijos de Dios vivan juntos en paz, armonía y en la casa del Señor, para siempre”, dijo.
Durante décadas, el Congreso Judío Mundial ha trabajado para desarrollar relaciones más profundas entre los judíos y la Iglesia Católica, con el enfoque en una mejor comprensión y resolución de diferencias.
Saúl Levine, coordinador internacional de la CAIV y delegado por Venezuela, saluda al papa Francisco
Claudio Epelman, comisionado de Relaciones Interreligiosas del CJM y directivo del Congreso Judío Latinoamericano, expresó: “Cientos de líderes judíos de todo el mundo están iniciando un proceso que cambiará la forma en que judíos y cristianos se relacionan y comparten su vida cotidiana en cada pueblo y ciudad en la que se encuentran. Estamos agradecidos con el papa Francisco por el invaluable gesto simbólico de ser nuestro anfitrión, y estamos seguros de que trabajando juntos crearemos un futuro mejor para todos”.
Debe destacarse que el grupo de delegados del Congreso Judío Latinoamericano fue muy numeroso, incluyendo por Venezuela a Saúl Levine, coordinador internacional de la CAIV, y vicepresidente del Comité Ejecutivo del CJM por parte de las “comunidades pequeñas” afiliadas a esa organización
En su reseña posterior del histórico evento, Epelman escribió: “El clima de convivencia interreligiosa que experimentamos cotidianamente en América Latina, y que construimos con dedicación y convicción todos los días, es lamentablemente una excepción en relación con lo que ocurre en el resto del mundo. Con este acto, sin embargo, logramos llevar al nivel global lo que venimos realizando desde hace décadas en nuestra región”.
Saúl Levine durante la visita a la Gran Sinagoga de Roma
Por su parte, Noemi di Segni, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas y miembro del Comité Ejecutivo del WJC, señaló: “Durante nuestros 2000 años de historia, en Roma y en todas las demás localidades de la comunidad judía italiana, los majestuosos muros de esta Ciudad del Vaticano siempre tuvieron el significado de un límite infranqueable. Hoy estamos aquí para afirmar que este vínculo es de vida, de comunidades vivas con miles de años que servirán como experiencia para las jóvenes generaciones”.
Debe mencionarse que esta reunión del Comité Ejecutivo del CJM comenzó el 21 de noviembre en la histórica Gran Sinagoga de Roma, construida en 1904, visitada en 1986 por el papa Juan Pablo II —lo que también marcó un hito en la relación entre judíos y católicos—, y que actualmente funge como sede del Museo Judío de la ciudad.
Fuentes: www.worldjewishcongress.org,
infobae.com, semanariohebreojai.com y Saúl Levine.
Redacción NMI.