Los partidos políticos israelíes presentaron este 1º de agosto sus listas de cara a las elecciones generales del próximo septiembre, con la unión de dos formaciones de la derecha nacionalista que liderará la ex ministra de Justicia Ayelet Shaked.
Shaked y el ex titular de Educación, Naftali Bennett, del partido Nueva Derecha —que quedó fuera del Parlamento en las elecciones de abril al no pasar el umbral del 3,25% de escaños en la Knesset— formalizaron su integración en la Unión de Partidos de Derecha (UPD), para garantizar que no se pierda el voto de ese sector. El líder de UPD, Rafi Peretz, actual ministro de Educación, aceptó ceder el primer puesto de la lista a Shaked y quedarse con el segundo. Bezalel Smotrich, titular de Justicia en funciones y líder del partido Unión Nacional —también integrado en la UPD—, ocupará el tercer lugar, seguido de Bennett.
En un encuentro celebrado el 29 de julio, los miembros de la nueva coalición se comprometieron a apoyar unánimemente al primer ministro Benjamín Netanyahu, del Likud, para formar gobierno.
Por otra parte, el partido Balad anunció hoy que se une a los otros tres principales partidos mayoritariamente árabes en Israel: el comunista Jadash, Raam y Taal, cuya separación en dos bloques en los últimos comicios les había hecho bajar de 13 a 10 escaños en la Knesset de 120.
La coalición centrista Kajol Laván (Azul y Blanco), liderada por Benny Gantz y que se estrenó electoralmente en abril consiguiendo el mismo número de escaños que Netanyahu (35), sigue siendo la segunda formación política del país. Azul y Blanco repetirá candidatura en estos comicios, en los que parte de la izquierda también presentará una lista conjunta conformada por destacados diputados laboristas que se han unido con el pacifista Méretz y al recién creado Partido Democrático de Israel, del ex primer ministro y ex titular de Defensa Ehud Barak.
En las elecciones del pasado abril las formaciones de derecha y religiosas se hicieron con la mayoría de escaños de la Cámara, por lo que Netanyahu recibió el encargo de formar gobierno, tarea en la que fracasó y que lleva a la nueva cita electoral del 17 de septiembre.